Informe fue elaborado por el Cetmis, proyecto ejecutado por Fundación Chinquihue y financiado por Corfo, y se publicó bajo el título de “Semillas de mejillón chileno, salinidad y cenizas volcánicas”.

Un interesante informe ha sido publicado por el Centro de Extensionismo Tecnológico para una Mitilicultura Sustentable, Cetmis, el que busca dar respuesta a un asunto que ha estado presente en la mitilicultura regional, principalmente en las comuna de Cochamó y Hualaihué, y que no es otro que la relación existente entre las ceniza volcánica en el entorno del Fiordo de Reloncaví, producto de la actividad del volcán Calbuco, la salinidad y mortalidad de las semillas de mejillón observada en los últimos años.

Tras la erupción del macizo en abril del 2015, los mitilicultores de la zona atribuyeron la alta mortalidad de semillas de mejillón ese año a la ceniza que cayó sobre sus cultivos. Durante el 2011 la producción de semillas resultó ser preocupantemente baja, lo que trajo consigo inquietud en el sector. Posterior a estos dos eventos, en abril del 2018, se volvió a observar una mortalidad masiva de semillas de chorito. Las causas siguen siendo poco claras.

En palabras de los mitilicultores de la zona este evento ha sido observado desde siempre, pero tras lo ocurrido en el 2018, cuyo impacto fue mayor que lo observado en años anteriores, es que se cree que el evento volcánico ocurrido en 2015 puede tener una incidencia en la gravedad observada durante el año pasado.

Ante la preocupación que generan estos episodios es que Viviana Videla y Kiyotaka Kani, ambos profesionales del Cetmis, buscaron dar una respuesta basándose en una revisión bibliográfica. A esto sumaron una serie de ensayos realizados en dependencias de Fundación Chinquihue, los que complementan el trabajo bibliográfico.

Conclusiones

Basado en el juicio experto de quienes elaboraron este documento, a las características ambientales de las zonas afectadas evaluadas a través de informes y documentos varios, se determinó elegir como variables a comentar e investigar, ceniza volcánica y salinidad.

Respecto a la ceniza se  observó en terreno la gran carga de material descargado en la costa y en las aguas del fiordo, lo que hizo sospechar de efectos negativos sobre animales y vegetales allí presentes. En tanto que la salinidad es un factor modelador en zonas de fiordos que puede influir en la fijación, sobrevivencia y crecimiento de la semilla de mejillón.

Dicho lo anterior y basado en el análisis de los diversos datos existentes y los ensayos realizados para la elaboración del mencionado informe, es que se estima que la relación entre ceniza volcánica y mortalidad de semilla de mejillón chileno en colectores no es del todo clara, al menos en períodos breves de exposición y a las concentraciones probadas en algunas investigaciones.

Por lo tanto, se hace recomendable someter ejemplares juveniles y adultos de mejillón a concentraciones de ceniza por sobre los 150 mg L-1 (150 miligramos por litro) y por un lapso de más de 15 días, lo que podría arrojar más antecedentes y, probablemente, dilucidar la problemática.

Respecto de la salinidad, pareciera ser que este factor juega un papel importante en la sobrevivencia y mortalidad de la semilla de mejillón. Dicho eso, se hace necesario contar con un registro continuo de este parámetro para poder tomar medidas pertinentes. Concretamente, es recomendable bajar o profundizar la ubicación de los colectores para así evitar mortalidades por esta variable, sobre todo en sectores con importantes aportes de agua dulce.

La semilla expuesta por más de 7 días a bajas salinidades (bajo 10 psu o unidades prácticas de salinidad) presenta mortalidad y desprendimiento, lo que representa hasta el 63% de pérdida en un colector; ambos efectos reducen la calidad de los colectores de mejillón.

Luis Oliva, Gerente del Cetmis, indicó que los mitilicultores han manifestado “que para asegurar esta actividad productiva a futuro, es necesario realizar un monitoreo constante de las condiciones que impactan y modelan el cultivo del mejillón chileno en dicha zona, buscando así mejorar el cuidado de los bancos de adultos, complementando lo dicho con un marco legal que permita y facilite un trabajo basado en la sustentabilidad del recurso”.