En la sesión “Salud y Producción: Evolución de la Salmonicultura en la Última Década”, el gerente de Aquabench, Joel Leal presentó los principales resultados productivos y sanitarios de la industria en la región austral. En el panel de discusión participaron Mónica Rojas, subdirectora de Acuicultura de Sernapesca, y Anette Krohn, gerente de Endeavor Patagonia.

Como una alternativa posible, que debe ser estudiada, calificó la subdirectora de Acuicultura de Sernapesca, Mónica Rojas, la propuesta de disminuir la actual extensión del ciclo productivo establecida por la autoridad, acorde con la realidad productiva que presenta la industria salmonicultora de Magallanes, lo que permitiría aumentar la productividad del sector.

La alternativa fue planteada este miércoles 20 de marzo por el gerente de Aquabench, Joel Leal, durante su intervención en el seminario “La Ruta del Salmón Magallánico”, evento organizado por la Asociación de Salmonicultores de Magallanes y Elanco, con el que se dio inicio al programa de actividades conjuntas, definido para este año, en el marco del Acuerdo de Colaboración que suscribieron en 2023.

En primera sesión de la jornada, titulada “Salud y Producción: Evolución de la Salmonicultura en la Última Década”, Leal dio a conocer los principales resultados productivos y sanitarios de la industria en la región austral, además de una interesante propuesta de cambio regulatorio para potenciar su crecimiento, sin recurrir a nuevas concesiones.

Explicó que, tras analizar una década de desempeño, la salmonicultura de Magallanes muestra importantes mejoras en materia de crecimiento y conversión del alimento; una tendencia al alza en el peso de los smolts que ingresan al mar; mayor uso de vacunas; crecimiento en el número de pisciculturas de recirculación; incorporación de más innovación y tecnología, además de una significativa reducción del ciclo de cultivo, muy inferior al de Los Lagos y Aysén.

Pese a estos positivos resultados señaló que el crecimiento de la industria en Magallanes está limitado por el uso de las concesiones y, por lo tanto, solo puede darse a través de la productividad.

“En Magallanes tenemos una productividad bastante buena, de 4.55 kilos por smolt, superior al promedio del resto de la industria; mejores pesos de cosecha y menor mortalidad. En cuanto al lapso de engorda, la tendencia en general es llegar antes con los peces a cosecha, lo que podría significar que podamos producir más en menos tiempo. En esta región, los ciclos de producción definidos por la regulación son de 33 meses de cultivo y tres meses de descanso, a diferencia de la mayor parte de los barrios de Los Lagos y Aysén donde son de 21 y tres de descanso”. Considerando que el lapso de engorda en Magallanes se ha reducido desde 20 – 21 meses a 15 – 16 meses, el experto planteó que sería posible disminuir el largo del ciclo (que determina Subpesca) a 24 meses, lo que permitiría producir un 30% más cada tres ciclos de cultivo. “En resumen –concluyó- solamente acortando los ciclos podemos producir más en las mismas áreas”.

En respuesta, la subdirectora de Acuicultura de Sernapesca, Mónica Rojas -quien participó en el panel de discusión junto a Anette Krohn, gerente de Endeavor Patagonia- reconoció que se trata de una alternativa que debe ser analizada por la autoridad competente.

“Nos parece que efectivamente es un tema revisable -declaró la autoridad- que pasa por la regulación hoy día vigente, pero forma parte de la discusión, tanto de la ley como de los procedimientos establecidos por la Subsecretaría de Pesca”.

En lo que respecta a las expectativas que tiene el Gobierno frente a la futura Ley General de Acuicultura, explicó que el espíritu que mueve al ente regulador es actualizar la normativa, de manera que permita recoger y dar cabida sobre todo a los cambios que ha sufrido la industria desde sus inicios, que son muy significativos. “Un elemento clave para el desarrollo de la industria y, sobre todo, en un marco de sostenibilidad, que es lo que se busca promover de manera primordial, tiene que ver con la incorporación de nuevas tecnologías. Nos hemos encontrado varios casos donde la regulación no da cabida a la implementación de nuevas tecnologías productivas que, claramente, van en beneficio de que la actividad sea sostenible y de que los impactos, tanto ambientales como sanitarios sean menores”, recalcó.

En ese sentido, explicó que una de las condiciones de base es que se establezcan ciertos estándares y exista espacio para que, mediante distintas metodologías e innovaciones, se puedan cumplir. “Por lo tanto, el concepto más bien está en términos de estándares de cumplimiento más que procesos específicos. Además, es necesario dar espacio para la experimentación, que es algo que todavía la regulación no tiene totalmente resuelto”, cerró la autoridad.

Por su parte, Anette Krohn, gerente de Endeavor Patagonia, al ser consultada sobre el ecosistema emprendedor que existe en Magallanes para enfrentar los desafíos que exige un cambio de regulación y un mayor crecimiento productivo, señaló que la zona resulta muy atractiva para la generación de emprendimientos. De hecho, en el último tiempo se ha registrado un 30% de aumento de emprendedores, con potencial de impacto, provenientes de esa zona. “Ésta es una de las industrias más sofisticadas y complejas que hay en el mundo- sostuvo- y, por ende, desde el inicio de la producción hasta el final, hay un montón de oportunidades. Magallanes está tal vez para algunos al final del mundo, para otros podría estar al principio”.