Cabe recordar que la ocurrencia de contagios por Tifus de los Matorrales se produce todos los veranos. No obstante, el año pasado hubo un brote con mayor cantidad de casos, el cual afectó a personas de varias regiones del sur, principalmente de la Región de Los Lagos.
El Tifus de los Matorrales se desarrolla en las personas mediante la mordedura de un pequeño ácaro (trombicúlido) que es el vector y reservorio de la bacteria Orientia chiloensis que provoca la enfermedad.
El académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile, Dr. Gerardo Acosta, llamó a prevenir contagios del Tifus de los Matorrales. Según explica, se trata de “una enfermedad producida por unos ácaros pequeñitos que existen principalmente en los bosques nativos asociados a matorrales y que parte de su ciclo lo desarrollan en los roedores silvestres. Estos ácaros contienen dentro de ellos una bacteria y cuando éstos buscan, por ejemplo, un roedor silvestre para terminar su ciclo estos ácaros a veces, casualmente, entran en contacto con las personas que andan paseando o trabajando en los bosques nativos del sur de Chile, y se genera una pequeña manchita negra que posteriormente provoca sudoración y fiebre”.
Lo ideal para prevenir esta enfermedad es que cuando están trabajando en el bosque -por ejemplo, cortando leña- tratar de evitar que estos ácaros entren por los pantalones en realidad. Por ello es fundamental “usar ropa larga para evitar que exista la menor superficie de contacto para contagiarse con estos ácaros”, explica el académico.
Lo otro importante es que si uno desarrolla actividades al aire en estos lugares libre -como labores de campo o trekking- “hay que bañarse en la casa después de esto y restregarse quizás con una esponja dura, principalmente en las extremidades inferiores, es decir, las piernas. Esto porque estos ácaros son súper pequeños, a veces es posible que no los veamos y no duele la picadura. Con esa acción de bañarse uno puede minimizar el riesgo”.
Si a uno le llegara a ocurrir esta infección -con manchas negras o rojas en diferentes partes del cuerpo y fiebre-, el investigar recomienda “recurrir a un centro asistencial y ahí les van a dar el tratamiento indicado que va a prevenir un poco que esto siga avanzando”.
También se sugiere tratar las botas y la ropa con el insecticida permetrina (0,5 %), además de usar repelentes de insectos que contengan DEET u otros principios activos registrados por el Organismo Ambiental Agencia de Protección para uso contra larvas, en piel expuesta y ropa.
Verano de 2023
Cabe recordar que, entre el 14 de enero al 14 de febrero de 2023, fueron reportados un total de 36 casos sospechosos de Tifus de los Matorrales en La Región de Los Lagos, en el sur de Chile. El número de casos representó un aumento de casi 450% sobre la media número de casos notificados durante los 8 años anteriores.
Veintiséis (93,0%) pacientes informaron que tuvieron contacto con vegetación o leña durante actividades domésticas (42,0%), además de actividades ocupacionales (30,0%) o de ocio (19,0%). Todos los pacientes recibieron tratamiento con doxiciclina y se recuperaron sin complicaciones. Ellos presentaron fiebre (85,7%), acompañada de manifestaciones cutáneas (escara, 100,0%) o erupción maculopapular (89,3 %), así como signos y síntomas inespecíficos, como dolor de cabeza (85,7 %), mialgias (78,6 %), escalofríos (75,0 %) y sudores nocturnos (57,1%).
La exposición a los ácaros trombicúlidos se asocia con actividades al aire libre y afecta no sólo a los residentes de las zonas rurales, sino también a viajeros que hacen camping y trekking. En ese sentido, el crecimiento del ecoturismo en el sur de Chile ha incrementado la importancia de concientizar a los médicos que deben abordar enfermedades de viajeros. Sobre todo porque no hay vacuna disponible para prevenir el Tifus de los Matorrales.