Sernapesca refuerza su gobernanza en la gestión de la influenza aviar de cara al segundo semestre del 2023

Desde que se conoció el primer caso de influenza aviar altamente patógena (IAAP) en el país, en el mes de febrero pasado, las entidades que se han encargado de la gestión de la contingencia han debido hacer ajustes para hacer frente a la magnitud de los efectos de la enfermedad en la fauna marina, con varamientos de animales muertos que superan los cuatro mil ejemplares por mes.

“Los análisis y proyecciones indican que la situación de los próximos meses se anticipa compleja, principalmente por la llegada del Fenómeno del Niño a las costas de la zona Norte, afectando la disponibilidad de alimento para la fauna marina. Una condición fisiológica de los ejemplares, disminuida producto de la sobrevivencia a la gripe aviar, en conjunto con la baja de alimento pueden producir un efecto sinérgico en los varamientos, aumentando o manteniendo la frecuencia de estos eventos”, indicó Soledad Tapia, Directora Nacional de Sernapesca.

ACTUALIZACIÓN DE LAS CIFRAS

El último reporte de la situación de la influenza aviar altamente patógena (IAAP) por subtipo H5 de linaje euroasiático, en los animales que están bajo la tutela de Sernapesca, dio cuenta de que son más de 18 mil animales marinos muertos como consecuencia de esta enfermedad.

Específicamente son 18.882 ejemplares muertos desde febrero hasta el 28 de julio, de los cuales 16.310 son lobos marinos comunes, 2.493 pingüinos de Humboldt, 34 chungungos, 27 marsopas espinosas, 17 delfines chilenos y 1 huillín.

 

Respecto de los casos positivos, el último fue un lobo marino encontrado en Punta Arenas, Región de Magallanes, el 14 de julio. Con esto, son 47 los ejemplares contagiados a nivel nacional con influenza aviar: 36 lobos marinos, 4 pingüinos de Humboldt, 2 chungungos, 2 marsopas espinosas, 2 delfines chilenos y 1 huillín.

También es importante informar a la ciudadanía, que se ha iniciado un trabajo especial de coordinación entre los organismos competentes para resguardar la Antártica Chilena, estableciendo limitaciones ante la detección de un caso positivo, y reforzando la difusión de protocolos de bioseguridad especialmente en el abordaje de naves turísticas a suelo antártico.