Donar leche humana: proteger a quienes más lo necesitan

 Cecilia Fredes Ortiz

Académica Carrera de Obstetricia

Universidad San Sebastián Sede De la Patagonia

Promover y destacar la donación de leche materna para los bebés que no puedan recibirla de sus propias madres es lo que busca impulsar el Día Mundial de la Donación de Leche Humana que diversos países celebraron en mayo pasado.

Como es sabido, la leche materna es la mejor fuente de nutrientes para todos los bebés, en especial los prematuros o de bajo peso al nacer, los que representan al grupo más grande de receptores de leche donada. Estos niños tienen necesidades nutricionales específicas que requieren una leche materna fortificada o enriquecida con nutrientes adicionales y una variedad de componentes inmunológicos, como anticuerpos y células inmunitarias, que ayudan a protegerlos contra diversas infecciones como las gastrointestinales los que se encuentran en la leche humana.

En muchos casos, los recién nacidos prematuros o de bajo peso, tienen una estancia hospitalaria prolongada, lo que dificulta la disponibilidad de leche materna para ellos.  Por esta razón, la donación de leche humana se convierte en una estrategia para reducir la morbimortalidad en recién nacidos prematuros y enfermos, precisamente por la cantidad de anticuerpos que fortalecen el proceso inmunológico, ayudando a reducir el riesgo de enfermedades.

Adicionalmente, fomenta la solidaridad y la ayuda mutua entre madres que pueden amamantar y las que no pueden. Esto garantiza la nutrición de todos los recién nacido, importante para su desarrollo y crecimiento, pero también para la madre, pues permite que puedan recuperarse más rápido después del parto, reduciendo el riesgo de ciertos tipos de cáncer.

En el siglo XX, la donación de leche a través de nodrizas y los bancos de leche desempeñaron un papel crucial en la atención de los recién nacidos y lactantes. En Chile, la existencia de bancos de leche es relativamente breve, pues existieron en algunas maternidades y hospitales pediátricos hasta 1988 y el potencial riesgo de transmisión de virus VIH fue determinante para el cierre de estos. En la década de los 90’ la OMS y la UNICEF promovieron la creación de bancos de leche en todo el mundo con la finalidad de disminuir la morbimortalidad infantil.

No obstante, desde el año 1984 con el primer banco de leche en el Hospital San Juan de Dios, pionero en Chile y América latina, a la fecha nuestro país cuenta con más bancos vigentes y operativos, los que han permitido contribuir a la investigación y educación en el campo de la lactancia materna y la nutrición infantil. Han promovido la formación de equipos especializados en lactancia y trabajado en estrecha colaboración con otros países para compartir conocimientos y experiencias en este ámbito.

Además, los estudios de costo-efectividad han respaldado la importancia de los bancos de leche humana como una medida de salud pública beneficiosa generando un compromiso con la salud de niños y niñas como un derecho fundamental.