Fortalecer algunas herramientas para hacer frente a la ansiedad o estrés que pudiera generarse en este periodo de confinamiento, es clave para prevenir estados difíciles de sobrellevar en cuanto a salud mental.

Franco Cid, médico psiquiatra, del Servicio de Salud Del Reloncaví, quien actualmente se desempeña en el COSAM Reloncaví, establecimiento de salud mental de Puerto Montt, explica que el primer paso es identificar lo que se está sintiendo, observar y poner atención en qué emociones pensamientos tenemos, “una vez que sé lo que me pasa baja inmediatamente el nivel de estrés”, asegura.

“Algo similar ocurre con la ansiedad, caminar de un lado a otro, comerse las uñas, rascarse la cabeza, comer en exceso, consumir alcohol u otro tipo de sustancias, lo hacemos porque nos ayuda a relajarnos, pero ese relajo es momentáneo, una recomendación para controlar la ansiedad es poner atención a la respiración ya que ésta influye en el equilibrio de nuestras emociones”.

El profesional explica que cuando estamos angustiados la respiración es agitada e irregular, para observarla una persona se puede sentar e intentar serenarse, observar lo que está sintiendo y paralelamente respirar, inhalar y exhalar por la nariz, con ello la respiración se comenzará a regular y calmar.

“Es parecido a lo que ocurre cuando miramos el mar, ya que es un estado de contemplación donde nuestra respiración se calma, podemos hacer eso mismo en los momentos de ansiedad”, asegura.

Otra herramienta a desarrollar, en momentos en que se producen desencuentros familiares o con la vida misma, menciona Franco Cid, es la empatía, “a pesar de que no estemos de acuerdo con alguien podemos hacer el ejercicio de ponernos en su lugar, para ello se requiere de conciencia y de voluntad, puedo observarme desde fuera de la situación y ver cómo es mi comportamiento en relación a la otra persona y comprender que éste otro también está sintiendo cosas y también puede estar sufriendo”.

Comprender lo que le ocurre a otro está relacionado con la compasión, agrega el profesional, es el paso siguiente a la empatía, “no se trata de lástima sino de tratar de aliviar el dolor del otro, eso también se puede aplicar a nosotros mismos y tener autocompasión, aplicar lo que haríamos al ayudar a otro pero con nosotros mismos, sin criticarnos, ni culparnos sino, con un dialogo interno en que nos tratemos con amor, autocuidarnos”.

Finalmente Franco Cid, menciona “en estos tiempos de crisis que nos obligan a ir más allá de nuestros límites y capacidades mentales y emocionales es importante generar un clima en la casa lo más grato posible, con una rutina  para compartir alguna actividad o la comida, también es recomendable, al final del día realizar alguna oración o leer algo que nos inspire, dedicar un momento de autobservación, autocompasión y agradecer por lo que tenemos, esas prácticas nos dejarán unas sensación de tranquilidad y paz interior, eso va a influir en nuestro entorno”.