Atención médica a distancia, apoyo psicoemocional, cápsulas informativas, charlas temáticas y talleres, son algunas de las acciones implementadas por las casas de estudio de la Red G9, en el contexto de la pandemia del coronavirus.
– La matrícula total de las universidades del G9 alcanzó los 148.840 estudiantes de pregrado, en el 2019, abarcando territorialmente desde la región de Antofagasta a la de Aysén.
La pandemia del Covid-19 ha desafiado a las instituciones de educación superior en diversos ámbitos, como por ejemplo en la forma en que deben desarrollar sus actividades académicas, trasladando la sala de clases desde los campus universitarios a espacios virtuales.
Esta interacción, que se realiza mediante sistemas y plataformas digitales, trae consigo no sólo cambios tecnológicos, sino además una nueva forma de relacionarse, que requiere de un esfuerzo mayor para estudiantes y docentes que han debido adaptarse a este impensado escenario.
Un aspecto que preocupa a las universidades de la Red G9 es el aumento en los niveles de ansiedad que esta situación ha generado en sus estudiantes. Desde que comenzó la emergencia sanitaria las casas de estudio han activado una serie de medidas de acompañamiento, apoyo emocional y psicológico, reforzando el trabajo que en materia de salud mental venían desarrollando desde hace varios años.
Y es que este tema no es nuevo: de hecho, en abril de 2019 la Primera Encuesta de Salud Mental Universitaria daba cuenta de que el 44% de los estudiantes había tenido o tenía problemas de salud mental y que un tercio presentaba depresión, ansiedad y estrés.
En el seminario virtual “Pensando la sociedad chilena en tiempos de estallido social y pandemia”, organizado recientemente por esta red universitaria, el director del Instituto de Estudios Psicológicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile y director alterno del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes Imhay, Dr. Álvaro Langer, señaló que es necesario tomarse en serio la salud mental como temática. “La salud mental tiene que ver con cómo yo me relaciono conmigo mismo y con los otros, inserto en un territorio. Como se maneje esto va a ser importantísimo para la salud mental, la pandemia está dando la oportunidad de hacer esa reflexión para aprender a con-vivir”.
Acompañamiento y prevención
Fernanda Correa es alumna de Psicología de la Universidad Católica del Maule (UCM) y voluntaria del programa de Telesalud de dicha casa de estudios. Ella señala que es importante el apoyo que se puede entregar en esta pandemia: “No pensé que iba a poder ayudar tanto de esa forma, a distancia y por un chat, pero me he dado cuenta de nosotros podemos darle contención a la comunidad y asesoría. Cosas tan simples que, quizá nosotros damos por hecho, la ciudadanía no lo conoce porque no está informada respecto a la salud mental y, por eso, ha sido súper importante nuestro aporte”.
Atención a distancia, cápsulas informativas, charlas temáticas y talleres han sido algunas de las acciones que las nueve universidades de esta red han implementado exitosamente. En la UCM generaron la iniciativa “Juntos nos cuidamos”, portal abierto a la comunidad que entrega información y opiniones de investigadores y expertos, a lo que se suman las acciones de apoyo institucionales focalizadas para estudiantes.
La Universidad Técnica Federico Santa María señala que ha aumentado de forma importante la disponibilidad de atenciones psicológicas a su alumnado, como también las que realizan las asistentes sociales. Gonzalo Fuster, director general de Docencia de la USM, explica que «la emergencia sanitaria obligó a reinventarnos y generar nuevos servicios para nuestros estudiantes, como también adaptar los que veníamos trabajando. Toda esta situación ha repercutido en el estudiantado, por lo que la universidad ha dispuesto distintos mecanismos para apoyarlos, tanto en materia de conectividad, como en disponibilidad de información bibliográfica, atención psicológica y contención emocional, entre otros».
En la Universidad Católica del Norte el programa de telemedicina atiende consultas de medicina, pediatría, nutrición, obstetricia, fonoaudiología y psicología. En el ámbito de la salud mental los alumnos han manifestado problemáticas que tienen relación con la ansiedad, conflictos familiares y estrés por sobrecarga asociada a la modalidad de online, que demanda muchas horas frente a un computador.
Las patologías más frecuentes son trastornos de ansiedad y todos sus síntomas asociados, señalan desde la Universidad Católica de la Santísima Concepción, sumando a ello trastornos del ánimo derivados de la ansiedad o el confinamiento. El encierro o largos períodos de exposición a las pantallas de computador, tablet o teléfono y la mala gestión del tiempo, pueden generar dolor de cabeza, problemas para dormir, cansancio y desmotivación.
Similar es el caso en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso donde una de las principales preocupaciones planteadas por sus estudiantes ha sido el acompañamiento y apoyo psicoemocional a través de atención profesional. En ese sentido, los distintos programas de apoyo que corresponden a atenciones profesionales se han efectuado de manera remota a través de plataformas de videoconferencias (Meet y Zoom).
Además de las atenciones vía remota para diferentes especialidades médicas, en la Universidad Católica de Temuco se ha organizado la red solidaria “EstoyContigo”, inspirada en una iniciativa internacional orientada a acompañar a quienes, durante este tiempo de cuarentena, necesitan ser escuchados y recibir una palabra de aliento. A ello se suma –también en la UCT- “Comunidad que acompaña”, que buscar activar en la comunidad universitaria, una red de apoyo que permita poner en contacto a los funcionarios que voluntariamente estén dispuestos a dar tiempo a quienes lo requieran.
Lo propio sucede en la Universidad de Concepción que mantiene la atención de salud mental gratuita para sus estudiantes, una activa difusión en redes sociales y además creó la Unidad de Apoyo Psicosocial al Personal Universitario – para funcionarios y académicos- integrando las áreas de psiquiatría y psicología.
En 2014, la Universidad Austral de Chile instauró la Mesa de Salud Mental con el propósito de generar instancias de sensibilización y promoción de esta temática en el contexto universitario, tanto en lo físico, mental e institucional y desde una perspectiva interdisciplinaria e integral. En el actual contexto, se han coordinado iniciativas guiadas por esta mesa y la Alianza Chilena contra la Depresión, con el objetivo de generar acciones que permitan ir mejorando la atención en crisis, además de desarrollar talleres, charlas y conversatorios para la comunidad estudiantil.
Autocuidado físico y mental
¿Cómo podemos cuidar nuestra salud mental? En un contexto de gran tensión y ansiedad como el que estamos viviendo actualmente, es importante tomar precauciones.
La Pontificia Universidad Católica de Chile ha desarrollado una serie de programas de apoyo y consejerías para estudiantes a fin de abordar los efectos de la ansiedad, el estrés y las dificultades del sueño.
Asimismo, al igual que otras universidades, la UC elaboró una serie de cápsulas audiovisuales de carácter informativo para promover medidas de autocuidado. Entre las recomendaciones que se deben tener en cuenta están: limitar el flujo de información que se recibe a través de las distintas plataformas y redes, mantener contacto con las personas de su círculo cercano, equilibrar la rutina diaria con hacer algo diferente cada día o buscar ayuda en caso que la ansiedad nos supere.
Los expertos señalan que el estado de ánimo de una persona puede facilitar o dificultar las cosas, dependiendo de si está bien o si está ansiosa, deprimida, estresada o inestable por esta situación de cuarentena.
Denise Thuillier, psicóloga de la Universidad Católica de Temuco, recomienda mantener hábitos saludables que se pueden implementar día a día para mantener una actitud positiva, tales como: realizar ejercicio físico durante 30 minutos diarios y aplicar sencillas técnicas de relajación y atención plena que ayudarán al estudiante a estar más despierto y enfocado; priorizar y ejecutar acciones positivas como disfrutar de la naturaleza o llamar a un amigo o familiar con quien no se comunica hace tiempo; mantener las rutinas horarias y actividades cotidianas; y acotar los tiempos de estudio.
A ello agrega la necesidad de aceptar y compartir los sentimientos. “Extrañas a tus amistades, a tu pololo, a tu polola, a tu familia, estás aburrido o aburrida de hacer todos los días lo mismo. Es absolutamente normal que te sientas así, pero es muy importante que lo puedas compartir y conversar con personas que sean de tu confianza”, indica la especialista.
“El año pasado, por motivos familiares y de salud, recurrí a la atención sicológica que brinda la Universidad. Debido a los paros y al estallido social, ésta no pudo desarrollarse con normalidad. Afortunadamente, y a pesar de la cuarentena, pude retomar las consultas vía telefónica. La situación actual ha dificultado el poder mantenerme bien; no obstante, el apoyo de la psicóloga ha sido de gran ayuda para manejar el estrés que significa estar encerrados”, señala K.F.C., estudiante de tercer año de Pedagogía en Educación Diferencial de la UCSC. La joven destaca que “es un privilegio poder continuar con esta modalidad y con mis sesiones. Su gestión demuestra un gran compromiso y su ayuda ha ido más allá de lo que compete a su área. Asimismo, he contado con la flexibilidad necesaria para poder definir el momento más adecuado para conversar”.
Junto con el autocuidado son fundamentales las instancias de apoyo que las universidades de la Red G9 han establecido para brindar un adecuado acompañamiento a sus estudiantes en este tiempo que exige permanecer distanciados, pero unidos para enfrentar los efectos de esta pandemia.