Solidaridad sanitaria

Como país siempre hemos llevado la bandera de la solidaridad como estandarte. Sin embargo, al parecer, esta se relacionaba más con la caridad o la entrega individual de algún bien ante la carencia de él, que una solidaridad altruista propiamente tal.

Frente a la crisis sanitaria que hoy no afecta, por el contrario, implica dar un nuevo significado a lo que entendemos por solidaridad. Y una de las aristas más importantes dentro de esta nueva definición se relaciona con el entendimiento y compresión de lo que cada uno de nosotros sobre el rol del sujeto en el colectivo. Sabemos que nuestro propio actuar impacta en los otros, por lo tanto, la salud física, propia o del prójimo, depende de la responsabilidad de cada uno poder evitar el contagio personal y de terceros.

Resulta imperante reflexionar en este contexto, sobre el rol que tenemos cada uno de nosotros, en el bienestar comunitario no sólo durante la emergencia sanitaria, sino que en las consecuencias que conlleva la misma. Cabe preguntarse entonces, ¿de qué manera promoveremos estrategias de salud mental en nuestros niños y jóvenes luego de la situación vivida?, ¿cómo conciliaremos la crisis económica con las condiciones de vivienda y trabajo justas que se requieren en un estado de derecho?  Debemos unir nuestras reflexiones, saberes y experiencias ahora para poder abordar la complejidad de las necesidades futuras.

Pero, reitero, creo que la única forma es pensando en la manera en que todo se una y por lo tanto debemos “unirnos para enfrentar” y no dividirnos para seguir negando los sucesos que a todos nos impactan.

Aurora Vergara

Académica Terapia Ocupacional

Universidad Andrés Bello