El 2012 la Asamblea General de la ONU declaró el 20 de marzo como Día Mundial de la Felicidad. ¿Pero por qué inspirarse en un concepto tan esquivo?

La sabiduría popular nos sugiere que la felicidad es un estado de ánimo, pero profundamente efímero. Al igual que otros, los estados de ánimo cambian todo el tiempo y no responden al llamado de la voluntad de quien los experimenta. Como el reflejo de la Luna llena en un estanque, nos podríamos ahogar primero en sus aguas, antes que agarrarla y poseerla. Pero eso no significa que no podamos hacer cosas para encontrarnos con ella… a ratos.

La psicología describe dos tipos de felicidad, una que deriva de la novedad, de las experiencias nuevas, los placeres. A esa le llamamos felicidad hedónica, o hedonística y es una que muchas veces buscamos a través de la entretención, hobbies, el comer u otras actividades que hacemos con seres queridos. Pero tiene un problema, su aroma es momentáneo… y muchas veces, pese a que probemos más del fruto que nos acercó a ella, no nos las vuelve a entregar dejándonos con una sensación de insatisfacción o hasta de vacío.

La otra felicidad, la eudemónica, depende de nuestros propósitos y sus logros. No la encuentra a través del placer, sino del esfuerzo, y pese a que tampoco es eterna, esta nos suele dejar el sabor del logro, lo que construimos para nosotros y otros, nos recuerda lo que llegamos a ser hoy y no éramos ayer, y nos seduce con seguir siendo mejores.

Pero más allá de sus diferencias, el camino hacia ambas felicidades puede llegar a ser aprendido. Por ejemplo, ¿cómo intercalamos momentos de descanso y ocio entre tiempo de sobre trabajo? ¿Cada cuánto tiempo realizamos actividades que nos gustan y nos re-energizan? ¿Cuántas veces nos detenemos a saludar a personas que queremos y valoramos? Pero también ¿cómo elegimos nuestras metas y desafíos?, ¿cuánto valoramos y celebramos nuestros triunfos?, ¿a cuántos beneficiarán nuestras acciones?, ¿cuánto ayudamos a otros a vivir una vida más satisfactoria con nuestro esfuerzo diario? Tal vez hoy sea un buen momento para hacerse estas preguntas.

Ps. Jaime Fontbona T.
Director de Escuela de Psicología Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt