En esta época de vacaciones y calor es cuando nuestra piel está más expuesta al sol. La Dra. Irene Araya, dermatóloga de Clínica Santa María, advierte que siempre hay que cuidar la dermis pensando en que la mayor consecuencia de no hacerlo es el cáncer. Por eso, entrega algunas recomendaciones y signos de alerta para identificar cuándo los lunares pueden estar advirtiendo de la presencia de melanoma.

En ese sentido, la especialista aclara: “Los lunares son tumores benignos de melanocitos que pudieran tener cambios o mutaciones por radiación solar. Por eso, sobre todo las personas de piel muy clara con antecedentes de melonoma en la familia, deben protegerse durante este período de vacaciones”.

Lunares nuevos

“Uno debe aprender a conocerse porque la mayor parte de los melanomas aparecen en zonas que antes en las que antes no estaban y hay que aprender a auto examinarse. Ante la aparición de cualquier lunar oscuro o negro que aparezca sobre todo en superficies expuestas, aunque puede aparecer en cualquier lugar, uno debería consultar”, señala la especialista.

Cambios en lunares que ya teníamos

“Hay un porcentaje menor de lunares que tenemos, incluso desde el nacimiento, y que pueden malignizarse. En ellos es donde hay que estar atentos a cambios en la conducta del lunar. Lunares que crecen, que son de un color y después de otro, que ya no son uniformes, que empiezan a ponerse como arañitas y en los que hay cambios en estructura, de esos hay que preocuparse”