Libertad de ideas y universidad

Señor Director:

La misión de la universidad está en la búsqueda de la verdad, aspecto vital en su labor de investigación y en la diseminación de ideas a través de la docencia, tareas en que siempre todo está por discutirse nuevamente. Por eso no son universidades las que prevalecen en países donde se prohíbe la disidencia, se cultivan sólo las ideas “oficiales” y se propugna la entrega de solamente una verdad.

Alberto Mayol, ha hecho presente la creciente existencia de este sesgo en el medio universitario chileno, y es bienvenido que lo haga como persona de reconocida adhesión a un ideario político. En efecto, los actos de rechazo a académicos que expresan ideas distintas a las de ciertos sectores, han pasado a ser consideradas “normales” en muchas instituciones, disfrazando bajo el concepto de “compromiso” las limitantes que se imponen a líneas de pensamiento que no comparten. Peor aún, como él lo indica, cuando cierto tipo de pensamiento pasa a ser la marca excluyente en cierto tipo de instituciones que, por esencia, debiesen contribuir al debate y al contraste con ideas diferentes.

No olvidemos la “funa” que sufrió Sergio Micco por parte de jóvenes de izquierda en la emblemática Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, lo cual constituyó una advertencia, como ocurre en otras partes, a quienes se atrevan a presentar ideas disidentes con una “verdad” que se trata de imponer. Sería bueno transparentar estas situaciones de exclusión que se disfrazan muchas veces bajo el culto a la excelencia académica o, más bien, como pura adhesión a un ideario que se autodefine como la única fuente de verdad.

Prof. Luis A. Riveros

Decano Facultad de Economía Gobierno y Comunicaciones

Universidad Central