• Los termómetros de algunas localidades de la zona central marcarán 37° durante la próxima semana, altas temperaturas que pueden afectar especialmente a quienes hagan actividades al aire libre. En este contexto, complicaciones de salud pueden aflorar. La enfermera y académica de la Universidad San Sebastián, Ximena Ramírez, da consejos para cuidarse de los conocidos golpes de calor.

Cada 8 de diciembre, debido a la celebración de la Inmaculada Concepción muchas personas peregrinan hasta el santuario de Lo Vásquez, ubicado en la región de Valparaíso. Este año se recomienda tener especial cuidado debido a la ola de calor que ha sido anunciada.

Cuando una persona se expone a temperaturas de 30° o más puede aumentar significativamente su temperatura corporal. Se dice que por sobre los 39° de temperatura corporal se empieza a producir daño celular debido a la deshidratación que el calor provoca comenta Ximena Ramírez, académica de Enfermería de la Universidad San Sebastián (USS).

“El calor provoca pérdida de líquidos y esta lleva a la deshidratación con pérdida de electrolitos que alteran el metabolismo celular y que puede dañar gravemente órganos como el corazón, el cerebro o los pulmones. Por lo tanto, no es recomendable que una persona permanezca más de una hora bajo el sol a altas temperaturas”, explica Ramírez.

Respecto a cuánto tiempo puede exponerse una persona a altas temperaturas, la académica de la USS recomienda que este no debiese ser mucho mayor a una hora. “Se dice que de una a seis horas el cuerpo ya comienza a resentirse y deshidratarse de forma importante, por lo tanto, no debiese ser más de una hora. En el contexto de una caminata larga, hay que prepararse, conocer el recorrido e identificar las posibilidades de en algún momento estar bajo la sombra e hidratarse”, dice la enfermera. Además, la generación de calor por el esfuerzo físico también colabora con el calor del ambiente para causar el shock de calor.

La recomendación para hacer caminatas es que las personas se encuentren bien hidratadas y en un acondicionamiento físico adecuado. Es importante evitar exponer a largas horas de caminata a niños menores de cinco años y, aún más, a niños menores de un año, que son los más vulnerables, y, además, a adultos mayores.

“Los extremos de las edades son los más propensos a presentar un shock de calor derivado de altas temperaturas. ¿Cuál es la recomendación? Mucha hidratación, ir con ropa holgada, ojalá de colores claros que no absorban la luz y el calor, que hagan períodos de descanso y que lleven sombrilla o algo para protegerse del sol directo”, detalla Ximena Ramírez.

Adicional a la protección contra el shock de calor también es de suma relevancia no olvidar el protector solar para evitar la insolación. Mientras que para evitar un shock de calor es clave mantener la hidratación, los descansos y la posibilidad de resguardarse a la sombra, como fue mencionado anteriormente.