Dada la acelerada vida que llevamos, muchas veces dejamos el deporte fuera de nuestro día a día, ya que no tenemos tiempo, sin evaluar lo positivo que es no sólo para el cuerpo, sino que también para nuestra mente.

La actividad física no sólo tiene beneficios que son posibles de evaluar desde la medicina tradicional, tales como que la práctica del deporte tiende a disminuir la probabilidad de sufrir patologías de origen cardíaco, respiratorio y/o metabólico. Así como también por los evidentes cambios que se van generando en nuestro cuerpo al ejercitarnos con frecuencia.

“Lo cierto es que realizar actividad física tiene otros beneficios menos visibles que los resultados corporales que se evidencian rápidamente cuando practicamos algún deporte, pero que son igual de importantes y fundamentales para la salud mental y sensación de bienestar con uno mismo y, por ende, con los demás”, asegura Nicole Espinosa, psicóloga clínica.

En tanto, la psicóloga añade que: “La evidencia empírica apunta a que mientras la reducción en ansiedad ocurre con los tipos de actividad anaeróbicos y aeróbicos, efectos más grandes fueron encontrados con la actividad aeróbica sostenida por 30 minutos o más tiempo según estudios de Long y Stavel, realizados en 1995”. Esto indica que “probablemente la práctica de un deporte aeróbico en sesiones superiores a los treinta minutos tendría repercusiones positivas en personas que presentan problemas de ansiedad”, enfatiza la especialista. Es más, el Instituto Nacional Americano de la salud mental, indica que el ejercicio reduce ansiedad, disminuye la depresión moderada, mejora el bienestar emocional, y aumenta la energía.

“Si bien la actividad física tiene un impacto positivo en la salud desde la prevención de enfermedades hasta mejoras en la funcionalidad y autovalencia de las personas, también trae beneficios para la salud mental como mejoras en la calidad del sueño, reducción de los síntomas de la depresión, estrés y ansiedad al regular neurotransmisores y hormonas asociados a estos. Además, mejor las habilidades cerebrales como la capacidad de aprendizaje, la toma de decisiones, de atención y memoria. También fomenta la comunicación inter e intrapersonal, mejora la autonomía, autoestima y previene el deterioro cognitivo. Finalmente, ayuda a crear hábitos de autocuidado y permite la interacción social», señaló Víctor Muñoz, preparador físico de Sportlife.

Otro dato importante que comentó la profesional es que, “Rusty Gage, neurocientífico de California, junto con el Dr. Terrence Sejnowski, descubrieron que una parte de nuestro cerebro es importante para el aprendizaje y la memoria: el Hipocampo, que muestra el nacimiento de nuevas neuronas incluso en la etapa adulta”. Entonces surge el cuestionamientos, ¿Cómo estimular el crecimiento de nuevas neuronas que favorezcan nuestro rendimiento laboral y académico?, “Estos científicos descubrieron que el ejercicio físico permite el desarrollo de nuevas neuronas que nacen y sobreviven y así también al momento de estar ejercitándonos el cerebro se encuentra en un estado mental donde es factible tener nuevas ideas, al mismo tiempo que se logra mejorar la memoria al estar creando nuevas conexiones neuronales en el hipocampo”, destacó la psicóloga Nicole Espinosa.

Gracias a sus múltiples beneficios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la realización de al menos 60 minutos diarios de actividad moderada o intensa para niños y adolescentes, y 150 minutos semanales de actividad moderada para los adultos mayores de 18 años.

Es importante destacar que en Sportlife existen distintas disciplinas aeróbicas posibles de practicar, ya sea en clases dirigidas, o también se puede entrenar de manera independiente. En los gimnasios se pueden encontrar diversos tipos de máquinas cardiovasculares listas para utilizar y así mejorar, tanto la calidad de vida física, como la mental a través del ejercicio.