En estos días de celebración, es crucial recordar la importancia del consumo responsable de alcohol. Cuidarnos mutuamente no es sólo responsabilidad de los conductores, sino que de todos los que participamos en estas festividades. Por ello, sin querer aguar la fiesta, les ofrezco algunas pautas para asegurarnos de regresar a casa de manera segura.

  1. Designar un Conductor: Es una decisión que puede marcar la diferencia. El grupo puede contribuir comprándole las bebidas o cubriendo los gastos de combustible.
  2. Permanecer Juntos y Cuidarnos Entre Todos: La mejor manera de hacerlo es que alguien del grupo consuma con moderación, así podrá mantenerse alerta ante cualquier situación que surja.
  3. Compartir un Taxi: Siempre es prudente llevar algo de efectivo y compartir el taxi de regreso a casa. Esta simple medida puede evitar situaciones riesgosas.
  4. Evitar Salir Solo: Si tienes que caminar hasta casa, trata de hacerlo en compañía de un amigo. Del mismo modo, no permitas que tus amigos se aventuren solos, especialmente si son menores de edad.

Como Hogar de Cristo, que acoge a personas con problemas de consumo problemático de alcohol y otras drogas, hacemos un llamado a tomar todas las precauciones necesarias y a promover el autocuidado. Así, podemos contribuir a que las cifras de fallecidos en accidentes de tránsito no aumenten durante estas fechas. En 2022, según cifras entregadas por Carabineroshubo 935 accidentes viales y 38 fallecidos, de los cuales 5 perdieron sus vidas en accidentes automovilísticos durante Fiestas Patrias. ¿La razón? Consumo de alcohol e imprudencia al conducir.

Nuestra fundación que, a través de Paréntesis Asesorías y Servicios Clínicos, trabaja para prevenir el consumo problemático y su tratamiento, ofrece un atractivo test con recomendaciones ad hoc. Se llama Tomo el Control y puedes evaluarte entrando aquí: http://www.tomoelcontrol.cl/

Aunque las responsabilidades siempre son individuales, en estas fechas hay que sumar voluntades y convertir la prevención en tarea de todos.

Por Yerko Villanueva López, jefe social territorial de Hogar de Cristo.