Desde el 20 de octubre se realizarán, por primera vez en Chile, los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023.

En el país se recibirán a 6.909 atletas de 41 delegaciones y para los Juegos Parapanamericanos se contará con la presencia de 1.927 para atletas de 33 delegaciones, una verdadera fiesta en casa.

Sin embargo, muchos se pueden preguntar si competir en casa puede ser una ventaja o un problema para los deportistas chilenos.

Según explica la Dra. Paula Ortiz, directora Académica Instituto del Deporte y Bienestar de la U. Andrés Bello (IDDB), “cuando observamos a los animales, en todas las especies, estos establecen su territorio, ya sea con marcas olfativas, visuales o sonoras. Realizar esta acción territorial despliega una serie de conductas que llevan a defender aquel espacio y mostrar intolerancia ante aquel que traspase ese límite”.

La psicóloga deportiva agrega que “el dueño del territorio muestra valor y decisión aún frente a un contendor de mayor fortaleza. En las competencias deportivas se puede observar una gran oportunidad para verificar la existencia de la conducta territorial en el hombre”.

La ventaja de actuar como local es una experiencia deportiva muy conocida. “La estadística de los resultados de encuentros deportivos, muestra que se encontrará con el porcentaje más alto de triunfos, y con apreciable diferencia a favor, corresponde al equipo o deportista que actúa en calidad de local”, subraya la experta.

La autoridad del IDDB advierte que “no se trata necesariamente de una supremacía física, técnica o táctica. Si no, de una ventaja psicológica, la que, sin embargo, puede variar según el deporte y las circunstancias específicas, así como de también de cómo se prepara y cómo vive esa competencia cada deportista”.

La Dra. Ortiz desprende que “se han observado perturbaciones emocionales que llegan en ciertos momentos a ser tan profundas, que por sí solas son capaces de explicar los triunfos fáciles del local frente a contendores mucho más poderosos. A medida que el visitante se achica, el local se agranda”, dice.

Según detalla la experta de la UNAB, “en ocasiones, el visitante comete errores inexplicables, lo que aumenta su inseguridad, y con ello, sumado a la hostilidad ruidosa del público, que acentúa los factores emocionales negativos, se incrementan las imprecisiones y los errores, lo que, a su vez, se traduce en una mayor inseguridad. Comienza un círculo vicioso”.

Las ventajas de competir en casa son claras, dice la psicóloga deportiva: “se relacionan con el apoyo del público, la familiaridad que pudiese existir con las condiciones del terreno o cancha, el clima, etc. No tener que viajar ni cambiar de zona horaria”.

Con respecto a las posibles ventajas del “visita” tiene que ver con sentir menos presión (por no tener las expectativas del público in situ) y falta de distracciones (por estar lejos de casa).

“Deportistas han manifestado sentir mayor ansiedad precompetitiva como locales, sin embargo, ya dentro de la competencia, el apoyo del público les ha generado una energía y confianza especial”, afirma Paula Ortiz para añadir que “sin embargo, y como en todo orden de cosas, la ventaja psicológica es variable, donde la mentalidad y la correcta preparación de los equipos y deportistas con su equipo técnico, jugará un papel crucial en cómo aprovechar estas circunstancias. Algunos deportistas se sienten más entusiasmados cuando compiten en casa, mientras que otros pueden sentir menos presión como visitantes. La psicología del deporte desempeña un papel importante en estos escenarios”, concluye.