El tabú social de la menopausia

 Sandra Acuña Académica Carrera de Trabajo Social Universidad de Las Américas Sede Concepción

 La menopausia es un fenómeno natural en la vida de las mujeres que no es ajeno a tabúes y prejuicios en muchos países y culturas, a pesar de ser un proceso natural de la vida. Esto puede afectar en el relacionamiento con la familia, pareja o trabajo, lo que puede provocar una sensación de incomprensión y desánimo, y perpetuar estereotipos negativos y discriminación.

Los cambios pueden afectar la imagen corporal y la autoestima de las mujeres, especialmente en sociedades que enfatizan la juventud y la belleza como criterios de valoración. En consecuencia, muchas de ellas consideran la menopausia como una etapa poco atractiva y vergonzosa en sus vidas, la cual deben ocultar y no visibilizar en ningún espacio.

En el ámbito laboral, debido a los síntomas físicos y emocionales, podría afectar el rendimiento y productividad. Así, la falta de comprensión y apoyo por parte de los empleadores y compañeros de trabajo podría dificultar esta experiencia y limitar las oportunidades de crecimiento profesional. En este sentido, se debe fomentar la empatía, generosidad y compañerismo.

La familia, puede desempeñar un papel fundamental para apoyar a quienes están en este proceso, entregando afecto, adaptándose a esta transición y tolerando los vaivenes emocionales que en algunos casos pueden generar tensiones y conflictos en el hogar.

Es importante que cada persona pueda comprender los cambios físicos y emocionales que experimenta una mujer durante la menopausia. Educarse sobre los síntomas y sus posibles efectos en el entorno puede ayudar a comprender mejor lo que está pasando y ofrecer un apoyo más efectivo.

Es importante destacar que lo que se experimenta en esta etapa es normal y que debemos tratar de confrontar nuestros miedos e inseguridades en relación a este nuevo periodo de vida. Hablar sobre la menopausia con familiares, amigos y profesionales de la salud puede ayudar a reducir el impacto de los cambios que acompañan a esta transición.

Definitivamente, esta debería ser considerada como una fase en la que las mujeres muestran su fuerza y perseverancia, enfrentando el rechazo y las inseguridades, para abrazar su verdadera naturaleza y convertirse en mujeres más seguras, fuertes y conscientes de sí mismas.