EL CARNICERO:

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  • Los últimos cinco años la cadena de carnicerías ha incrementado sostenidamente su dotación femenina, pasando de 50 a más de 130 trabajadoras que hoy representan el 34% de la fuerza laboral de la compañía.

La última edición del Ranking IMAD (Índice de Mujeres en Alta Dirección), elaborado a fines de 2021 por la agrupación Mujeres Empresarias y la Dirección de Estudios Sociales de la Universidad Católica, reafirma un fenómeno que afortunadamente se ha trasformado en tendencia durante los últimos años en Chile: la participación de la mujer en altos cargos empresariales viene en alza. De acuerdo a este informe, el 84% de las compañías cuenta con una mujer en sus directorios y un 79% tiene al menos una en cargos de mayor responsabilidad.

Al respecto Catherine Escobar, Gerente Comercial de El Carnicero comenta que “sin duda este informe arroja datos positivos sobre el avance de la igualdad de género en el ámbito laboral. Avances que he podido corroborar a lo largo de mi trayectoria laboral, donde en la mayoría de los lugares donde me he desempeñado ha existido igualdad de condiciones para el desarrollo profesional de mujeres y hombres. La compañía de la que soy parte, por supuesto, no es la excepción”.

Un ejemplo de avances concretos en materia de equidad e inclusión es la práctica que El Carnicero, cadena de carnicerías con más de 100 años de historia, ha venido realizando desde 2017 en sus locales comerciales (venta al detalle y mayorista) y en su planta procesadora. A partir de ese año, el “Maestro en Carnes”, como es conocido popularmente, ha potenciado la inclusión de mujeres en distintas áreas, registrado un aumento sostenido de su dotación femenina, la que hoy representa un 34% del total de colaboradores.

“En términos concretos, este incremento significa que pasamos de 50 trabajadoras en 2017 a más de 130 en 2021, un número que cobra enorme relevancia si consideramos que histórica y sistemáticamente la industria cárnica se ha visto marcada por la presencia masculina, siendo considerado lisa y llanamente como un trabajo de hombres”, afirma Catherine Escobar.

Afortunadamente Chile y el mundo ha avanzado mucho en esta materia, abriéndose cada día más oportunidades para las mujeres. Sin embargo, esta transformación no puede depender del gerente de turno. Se trata más bien de un tema fundamentalmente cultural, por lo que las mejoras deben surgir de un trabajo conjunto del Estado, los privados y la ciudadanía, el que debe propiciar la creación de más espacios de desarrollo profesional de mujeres calificadas en diversos puestos.