Desde el año 2014, cada 20 o 21 de marzo se celebra en Chile el Día de la Astronomía. Esta iniciativa nació de la colaboración de varias instituciones, tales como la Sociedad Chilena de Astronomía SOCHIAS, con el fin de difundir distintos aspectos de la investigación astronómica a toda la comunidad nacional.

La elección del día no es casual, pues coincide con una efeméride astronómica importante, que es el equinoccio de otoño, es decir, el momento cuando la duración del día y la noche coinciden en todo el planeta, y que también marca el inicio del otoño en el hemisferio Sur.

Aprovechando esta celebración, es un buen momento para reflexionar acerca del enorme crecimiento que ha tenido esta ciencia en nuestro país. Todo se remonta al año 1852, cuando el gobierno fundó el Observatorio Nacional. Mucho después, en los años ’60, se crearon los grandes observatorios internacionales, como La Silla, Cerro Tololo y Las Campanas, atraídos por la gran calidad de los cielos del norte chileno. En esa misma época, en 1966, se abrió la Licenciatura en Astronomía en la Universidad de Chile. A esa primera generación pertenecen algunos nombres ya conocidos, como María Teresa Ruiz y José Maza, ambos científicos galardonados con el Premio Nacional de Ciencias.

Hoy en día, Chile alberga más de la mitad de las instalaciones astronómicas a nivel mundial. Este porcentaje podría llegar al 70% en solo un par de años más, cuando los nuevos observatorios, el LSST y el E-ELT, estén operativos. El volumen de datos que estos observatorios generarán es impresionante. Por ejemplo, se espera que el LSST produzca 20 TB de datos por noche. Como referencia, el disco duro de su PC de escritorio tiene una capacidad del orden de 1 TB.

Esta verdadera avalancha de datos requiere de una gran cantidad de especialistas que sean capaces de explotarlos. Según el último censo de la SOCHIAS, hasta el 2019 había en Chile 255 astrónomos profesionales, distribuidos en instituciones desde Antofagasta hasta Puerto Montt. A estos se suman 197 estudiantes de postgrado y más de 500 estudiantes de pregrado. Son esas futuras generaciones quienes tendrán el desafío de continuar con este crecimiento sostenido, y de convertir a Chile en la capital astronómica del mundo.

 

Dr. Claudio Navarro Molina

Centro de Docencia Superior en Ciencias Básicas

Universidad Austral de Chile

Sede Puerto Montt