El verano es tiempo de actividades al aire libre. A causa de la pandemia, tal vez las salidas sean más acotadas, pero esto no exime a nuestras mascotas de estar expuestas a ciertos peligros propios de esta época del año. Pueden aparecer problemas que, si bien parecieran ser leves, son potencialmente letales por su rápida evolución, como las picaduras de abejas, las espigas y los choques de calor.

En el primer caso, las abejas se encuentran en actividad recolectando néctar, por lo que es bastante común encontrarlas estos días en nuestros jardines. Las picaduras de abejas pueden ser bastante dolorosas y generar una reacción anafiláctica en perros y gatos, por ello se recomienda no acercarse a lugares donde éstas son atraídas en horas de la mañana hasta que la luz solar ya comience a menguar.

Las espigas de diversas especies vegetales también pueden generar problemas en los cojinetes de nuestros animales, así como en el oído, al alojarse en estas estructuras hiriendo y provocando infecciones de diversa consideración. Ante esta situación, se recomienda revisar constantemente que no existan lesiones de este tipo.

En tercer lugar, están los choques de calor que se pueden presentar por dejar a las mascotas en un vehículo o por no proporcionarles sombra suficiente; esto puede llevar a una deshidratación severa e incluso a la muerte en tan solo unos minutos.

Es importante que, ante la aparición de cualquiera de estas situaciones, se asista de inmediato a un centro veterinario. Actualmente con la cuarentena, se puede pedir un salvo conducto que, entre otras cosas, nos permite asistir a este tipo de establecimientos.

Gonzalo Iñiguez, Académico Escuela de Medicina Veterinaria Universidad de Las Américas