Alex Meeder Thiers

Seremi de Justicia y DD.HH.

 

Todos contra el abuso sexual infantil

 Hoy quiero invitar a cada una de las personas que habitan la provincia de Llanquihue con sus 9 comunas. Una invitación a reflexionar acerca de un flagelo que nos afecta a todos. Se trata del abuso sexual que sufren las niñas, los niños y adolescentes de nuestra región y, especialmente, los de esta provincia.

 Hago hincapié en la responsabilidad que tenemos como sociedad en la difusión de los valores esenciales que nos deben motivar para cuidar el buen desarrollo sicológico y físico del tesoro más preciado que tenemos: nuestras niñas y niños. Hoy le escribo a cada madre y padre, tía y tío, abuela y abuelo y mujer y hombre adulto cercanos al desarrollo de una niña/o, para que pongan atención, siempre, a cada sutil señal de cambio en la conducta, o incluso en el humor de la pequeña/o de la casa. Aquí juega un rol clave la empatía, la comunicación, el diálogo en confianza que se logre establecer y cultivar con la niña/o.

 También me dirijo a cada padre, tío, abuelo y hombre adulto que viva en casa junto a una niña/o. Es su deber moral y ético respetar y cuidar siempre la integridad física y sicológica de esa inocente niña/o que crece confiada en su entorno familiar. El rol masculino es también modelo en la conducta de los más pequeños de la casa, de nuestra sociedad regional. 

 Basado en estadísticas de la fiscalía regional, entre enero y octubre de este año, van 996 ingresos a la fiscalía por abuso sexual en la región, 498 son de la provincia de Llanquihue, 330 menores de edad, y 168 son mayores de edad. En materia de ingresos por violación en la región van 325 víctimas, 70 mayores de edad y 78 son menores. Al referirnos a otros delitos de índole sexual, ha habido 128 denuncias en la región, 47 son de Llanquihue, 37 personas menores y 10 mayores de edad.

 Hoy los niños no están asistiendo al colegio, donde las profesoras/es están presentes no sólo como educadoras sino también como confidentes de estos delitos que, en muchas ocasiones, cometen sus propios familiares.    

 Nuestra misión es mantenernos activos y vigilantes en la prevención de estos delitos tan miserables como es el abuso sexual a seres humanos indefensos. De nosotros depende detener este flagelo.