Los pastores, representantes de las Iglesias Católica y Evangélica de Puerto Montt señalaron que hoy la vida por nacer está amenazada, por lo que afirman “con claridad y respeto que cuando una mujer está en estado de gravidez, no es solamente una vida la que hay que proteger, sino dos, la de la madre y la de su hijo o hija en gestación. Ambas deben ser preservadas y respetadas”.
Como ciudadanos y creyentes -afirman los pastores- seguiremos defendiendo y promoviendo el valor del derecho a la vida. Lo hacemos apoyados en nuestra fe en diálogo con la ciencia, como personas que amamos la vida que Dios nos ha regalado; y en consonancia con iniciativas cristianas e interreligiosas a favor de la vida en nuestro pueblo.
También manifiestan su solidaridad con aquellas mujeres y madres que enfrentan situaciones dramáticas en su embarazo y que pueden verse enfrentadas a la realidad del aborto, que casi siempre deriva de situaciones de gran sufrimiento y las expone a decisiones extremadamente difíciles. Ante esta realidad asumen el compromiso de ofrecer alternativas de acompañamiento a aquellas madres, con un embarazo difícil y apoyo espiritual y consuelo a las mujeres que sufren por haber abortado.
Los pastores destacaron que, junto a muchas otras personas e instituciones, sostienen el derecho a la objeción de conciencia, “no sólo del médico sino también del equipo de salud, puestos ante la disyuntiva de tener que realizar un eventual aborto en establecimientos públicos o privados de salud. Pero, no sólo las personas individuales sino también “todos los establecimientos de salud, como hospitales, clínicas universitarias y privadas, cuyo ideario u orientación institucional tenga una clara opción a favor de la protección y defensa de la vida humana siempre y en toda circunstancia, no podrían verse obligados a ir en contra de sus definiciones institucionales, si tuvieran que aceptar la realización de abortos en sus dependencias, al establecerse que son una legítima prestación de salud. Por el contrario, es necesario garantizar la libertad de los centros hospitalarios que han afirmado de manera clara y definitiva que no harán abortos, conforme a sus idearios institucionales”.
Finalmente -y en representación de la Iglesias Católica y Evangélica de la Región- señalan que ante las próximas elecciones que enfrenta el país “los valores de la defensa y protección de la vida por nacer, y las políticas públicas en favor del matrimonio y de la familia, así como de los más necesitados de la sociedad, deben ser los criterios para elegir nuestros representantes en el parlamento y la primera magistratura de la nación. De esta manera, orientaremos a nuestros hermanos al momento de emitir su sufragio en las elecciones de Noviembre próximo, para elegir a aquellos candidatos que han tenido una conducta pública acorde a los principios y valores cristianos que defendemos como Iglesia en Chile”.
Firman la declaración: Monseñor Cristián Caro Cordero, Arzobispo de Puerto Montt; Pastor David Zambrano Garay, Presidente Mesa de Unidad Cristiana de Puerto Montt; Pastor Jairo Quinteros Rodríguez, Iglesia la Viña; Mauricio Ojeda Sánchez; Secretario Mesa Unidad Cristiana de Puerto Montt.