Considerado dentro de los poetas que, al igual que Jorge Teiller, escribieron desde el borde y la periferia, Manuel afirmaba que el verdadero rostro del Nazareno de Caguach se manifestaba en los indigentes que bebían en las esquinas de la antigua feria de Yumbel.

 Pesar y dolor se registraron este domingo 9 de junio de 2024, al conocerse la triste noticia del fallecimiento de Manuel Mauricio Zúñiga Reyes, quien se desempeñaba como colaborador de la Dirección de Cultura y Turismo del Municipio de Castro. En muchas ocasiones, había sido la voz de las ceremonias y discursos oficiales del gobierno comunal.

El alcalde de Castro, Juan Eduardo Vera, lamentó el deceso y recordó que la voz de don Manuel fue característica durante muchos años en presentaciones de libros, obras de teatro, la Feria de la Biodiversidad y el Festival Costumbrista Chilote en el Parque Municipal, entre otros eventos.

“Hemos recibido con mucha pena, como Municipio y como Alcalde de Castro, la triste noticia del fallecimiento de don Manuel Zúñiga. Aparte de ser un gran escritor y poeta, quien escribió innumerables obras desde este territorio, fue un tremendo aporte a la cultura castreña, chilota e insular. Y por qué no decirlo también, a la cultura a nivel país. Tuve el privilegio de conocerlo cuando recién llegué a la alcaldía; teníamos una relación muy afable. Fue integrante de ese maravilloso equipo con el cual creamos el Primer Concurso Nacional de Poesía Aristóteles España, donde fue parte importante del jurado y trabajó también en las bases de este concurso”, recordó la primera autoridad comunal

“Aparte de ser funcionario municipal, don Manuel tomó en un momento la decisión de viajar a México, como él mismo me dijo, donde quería seguir viviendo y plasmando su historia y sus escritos. (…) Nos enteramos de este triste fallecimiento y como Municipio vamos a realizar todos los honores correspondientes a través de nuestro Departamento de Cultura para seguir reconociendo y perpetuando por siempre esa gran obra literaria que realizó aquí en Castro, para Chile y el mundo; fue un gran ejemplo de servidor público, de hombre y de poeta, como lo ha sido y lo seguirá siendo en el tiempo don Manuel Zúñiga. A quien, como Alcalde de Castro, le digo “Descanse en Paz”, añadió el alcalde castreño Juan Eduardo Vera, profundamente conmovido.

Por su parte, la escritora Sonia Caicheo, junto con lamentar la noticia, señaló que “en tiempos en que integrábamos la Agrupación de Escritores nos encontrábamos algunas tardes en el Centro Cultural. Su voz era de tonos y matices especiales, pero lo que expresaba hondamente desde su corazón era que amaba la alegría y el bienestar de sus amigos, la libertad y la democracia; enemigo acérrimo de la injusticia y la discriminación. Entre sus motivos líricos nos deja señales profundas acerca del sufrimiento y el dolor humano”.

El escritor Mario Contreras señaló que Manuel Zúñiga, el “Príncipe de las letras Chilotas”, emprendió su viaje final en junio, coincidiendo con el mes en que falleció Carlos Gardel, de quien Zúñiga era un apasionado admirador. Como Gardel, Zúñiga tocaba la guitarra y amaba el tango, pero dejó de cantar por problemas en su garganta y perdió su guitarra en una noche de juerga. Pero le quedí el oficio de locutor, un oficio que desarrolló en Mulchén. Gracias a su trabajo en la Biblioteca Municipal de Castro, se adentró en la poesía, destacando por su sensibilidad y sus experiencias como huérfano y habitante nocturno durante el gobierno militar. Su poesía reflejaba el mundo de los marginados, aquellos seres invisibles que luchan y sobreviven en condiciones precarias”.

Su vida

 Manuel Zúñiga, originario de Panquehue, comuna de Malloa, cursó estudios en la Escuela Brasil de Santiago y en la Superior de Hombres Nº 1 de Mulchén. Se formó como locutor en el Sindicato de Locutores de Chile, trabajando en varias emisoras del país y como locutor de la Oficina de Informaciones y Radiodifusión de la Presidencia de Chile entre 1969 y 1970. Trabajó en radios de Valdivia, Osorno y Coyhaique, radicándose por largo tiempo en esta última ciudad. En Castro, fue funcionario de la Corporación Municipal de Educación durante casi veinte años, desempeñándose en el área Extraescolar, la Biblioteca Pública y el Centro Cultural. Vivió en México antes de regresar a Chile en 2023.

Premios y distinciones

 Su carrera literaria despegó tras la publicación de un breve cuento en el diario La Tercera, que lo conectó con el medio literario.

En 1989, publicó «Pajaritas de Papel» y «Vientos Azules», ambos galardonados con el primer lugar en concursos de SECREDUC de la XI Región, además de obtener premios en cuentos. Su trabajo fue antologado por la DIBAM, Aysén Siglo XXI y otras colecciones, y fue beneficiado por una beca del Consejo Nacional del Libro. Sus escritos aparecieron en diversas revistas en Chile y Argentina.  Obtuvo, incluso, el tercer lugar en el Premio Binacional de Poesía Austral en el año 2000, por su obra «La Isla de los Muertos».

Dejó un legado de obras publicadas, entre las que destacan «Territorios Marginales», «Saga de Bares» y «Trilogía del Desamparo» (compuesta por «Borradores del Nazareno», «La Plaza de los Lores» y «Poemas Indigentes»).

Su dedicación y talento le valieron premios en San Felipe, Villa Alemana, Lautaro, Talcahuano y Valdivia, además de ser miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, filial Chiloé.

Manuel Mauricio Zúñiga Reyes falleció este lluvioso domingo de junio, dejando un legado literario y cultural que perdurará en la memoria de quienes lo conocieron y apreciaron su obra literaria y su alta calidad humana.