El biólogo marino Mauricio Palacios,  da cuenta de la importancia y necesidad de proteger los bosques de huiro en la Patagonia mediante la Integración de tecnología y conservación.

En el fascinante mundo de la investigación marina, el biólogo chileno Mauricio Palacios se destaca como a nivel internacional en el estudio de las macroalgas subantárticas, revelando secretos ocultos en los remotos paisajes de la Patagonia. Sus investigaciones no solo exploran la biodiversidad submarina, sino que también abordan desafíos urgentes como el cambio climático y la conservación de los ecosistemas marinos.

En uno de sus trabajos, Palacios junto a un equipo de investigación,  desentrañaron los misterios de los bosques de algas gigantes en Tierra del Fuego, un área de gran interés científico y ambiental. Mediante el estudio de la fotobiología del alga Huiro flotador (Macrocystis pyrifera) revelaron cómo se adaptan y responden a los cambiantes gradientes ambientales, especialmente en un escenario de cambio climático.

Su investigación, publicada en la prestigiosa revista científica Stotem (https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0048969720353390), arroja luz sobre la adaptabilidad única de estas algas frente a desafíos como la turbidez del agua y la disponibilidad de luz. Además, destacan cómo la expansión de estos bosques de algas está vinculada al retroceso de los glaciares, señalando la importancia de comprender estas dinámicas para la gestión y conservación de los ecosistemas marinos. En este contexto, el trabajo de Palacios no solo aporta conocimiento científico crucial, sino que también subraya la necesidad urgente de proteger estos frágiles entornos marinos ante las amenazas del cambio climático y la actividad humana.

A continuación, entrevista a Mauricio Palacios:

Dificultad de monitoreo de bosques azules en Patagonia: las imágenes satelitales y el monitoreo en terreno como estrategia complementaria.

Entre los problemas que se han detectado para conservar los bosques de algas de la Patagonia, está la falta de monitoreo desde los servicios públicos competentes.  Al respecto, Mauricio Palacios señala: “En caso en el caso de la Patagonia, las áreas marinas protegidas siempre están situadas en zonas remotas y de difícil acceso, por lo tanto, los costos operativos para monitorear esos ecosistemas de alga en un área protegida, deberían tener un plan de manejo y dentro de un plan de manejo, un programa de monitoreo, un programa de investigación y diferentes otras herramientas que hagan efectiva el área (protegida)”, indica el biólogo.

Agrega: “Pero bueno, la situación de las áreas protegidas en Chile es bastante particular y en Patagonia, más especial porque, fuera del financiamiento, que es muy escaso, el tema geográfico ya trae una dificultad extra a los servicios públicos que tienen que hacer la gestión de estas áreas protegidas y en virtud de eso, nosotros hemos visibilizado y también lo hemos conversado, entre otros, con grupo de científicos que el aplicar tecnología al monitoreo es algo fundamental, particularmente en áreas remotas”.

Palacios destaca el trabajo de la doctora Alejandra Mora, geógrafa marina chilena, quien haciendo su investigación postdoctoral con otros ecosistemas de aguas muy parecidos a los bosques de huiro de la Patagonia, logró transferir algo información y algo de conocimientos “respecto al cómo deberían monitorearse estos ecosistemas de agua utilizando estas herramientas de percepción remota (fotografías aéreas/imágenes satelitales)”.

“Aparte de este aporte y de utilizar tecnología para el monitoreo remoto de estos ecosistemas, que hay que establecer métodos que sean transversales a esta red de áreas marinas protegidas, que permitan el monitoreo constante. Tenemos que hacer trabajo de campo y ese trabajo de campo complementado con estas tecnologías nos permite tener una robustez de información”, destaca el científico.

La necesidad de medidas de conservación de Huiros más permanentes en Patagonia.

Mauricio Palacios recuerdo que en Magallanes “hay una campaña transversal que ha nacido desde la pesca artesanal (veda/prohibición de extracción de huiro flotador) y eso también es algo destacable (…) quienes exigieron establecer alguna medida de protección para estos ecosistemas y ahí nace un trabajo que es liderado por la Subsecretaría de Pesca en la región de Magallanes y logran establecer una veda hasta el 2024  ¿y ahora qué?”

“¿Qué debería pasar después o qué debería estar por estar ocurriendo ahora?”, se pregunta Palacios, indicando: “Lo que está haciendo la campaña de Bosques Azules es un llamado de atención tanto autoridades como a la ciudadanía, al público en general, sobre el rol que juegan los ecosistemas de alga y los bosques de huiro en el país, particularmente en la Patagonia y eso, obviamente aporta a la discusión y ahora, desde el punto de vista de la política pública, yo creo que una buena figura de protección debería apuntar a un monumento natural o algo por el estilo, una medida más permanente y eso también es una exigencia desde el sector artesanal, de la pesca artesanal en Magallanes”, comenta Palacios.

El biólogo marino subraya también que pescadores artesanales buscan materializar nuevas formas de protección: “Han solicitado a la autoridad del medio ambiente no quedarse solamente con una veda, sino que avanzar un poquito más allá y eso es algo de destacable”.

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