Cómo puede afectar la salud mental el consumo de alcohol

Los problemas que causa el consumo de alcohol se hacen más evidentes el fin de semana de Fiestas Patrias donde aumenta muchísimo el factor de la conducción bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad con más de seis fallecidos por día.

La aceptación social es un hecho y quedó reflejado en el estudio que muestra tristemente que un tercio de las personas cree que es aceptable manejar con un poco de alcohol por festividad y solo apenas un 11% teme causarle la muerte a un tercero en estas circunstancias.

Pero esto es sólo parte del problema porque la ingesta de alcohol no solo tiene consecuencias inmediantas, también su consumo excesivo impacta en la salud mental y tiene fuertes repercusiones psicológicas, generando ansiedad y malestar emocional donde las personas que padecen de trastornos de ansiedad pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas después de consumir alcohol.

Entre las consecuencias inmediatas se asocian dolores de cabeza y migrañas, tanto inmediatamente después de la ingesta como al día siguiente; sueño breve y de mala calidad, y deterioro cognitivo, incluida una reducción en la atención, el control de impulsos el juicio, la toma de decisiones y la concentración.

Lagunas mentales, pérdida de la memoria durante la ingesta; deficiencias psicomotoras que aumentan el riesgo de lesiones cerebrales por accidente, actuar de manera más violenta y ralentizar funciones básicas como la respiración, la frecuencia cardíaca y el control de la temperatura.

Sin embargo, los efectos a largo plazo son acumulativos en el razonamiento abstracto, la memoria funcional, la planificación, el control inhibitorio y la resolución de problemas; dependencia del alcohol; y demencia.

Y aunque todos estos efectos son graves en nuestra salud, el problema no se queda ahí porque con respecto a la salud mantal puede aumentar el riesgo de depresión, pensamientos suicidas y generar cambios en el estado de ánimo y la personalidad y afecciones psiquiátricas como ansiedad y depresión. Sin embargo, sigue siendo muy aceptado, como quedó demostrado en la encuesta.