Aumento de actividades outdoor tras pandemia podría explicar brote de enfermedad transmitida por ácaros en el sur de Chile 

* Este brote epidémico de Tifus de los Matorrales ocurrió el verano pasado y afectó a personas de varias regiones del sur, principalmente de la Región de Los Lagos. 

El Tifus de los Matorrales se desarrolla en las personas mediante la mordedura de un pequeño ácaro (trombicúlido) que es el vector y reservorio de la bacteria Orientia chiloensis que provoca la enfermedad.

“Además de factores climáticos, el brote de Tifus de los Matorrales  también podría estar relacionado con un aumento en actividades al aire libre después de 2 años de restricciones pandémicas”.  Así lo señala una nota de campo publicada en Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR), una de las revistas de Epidemiología de más alto impacto en el mundo (factor 33,9) y que fue preparada por científicos de la UC, UDD y UACh. Lideran este equipo las investigadoras de la UC Dra. Katia Abarca, quien es directora del proyecto Fondecyt 1220813, y Dra. Constanza Martínez-Valdebenito; mientras que participan como coinvestigadores Thomas Weitzel -de la UDD- y el Dr. Gerardo Acosta -de la UACh-.

La nota de campo analiza un brote de una enfermedad en humanos -Tifus de los Matorrales- transmitida por ácaros que viven en el suelo y la vegetación baja. Este brote epidémico ocurrió en el verano pasado y afectó a personas de varias regiones del sur, principalmente de la Región de Los Lagos. En ese contexto, el Ministerio de Salud emitió una alerta epidemiológica debido a este brote.

Este grupo de investigadores es el único que ha descrito a esta enfermedad fuera del Asia-Pacífico, donde es causado por Orientia tsutsugamushi. En esa región se reportan aproximadamente 1 millón de casos cada año, con una tasa de letalidad de aproximadamente 7% si no son tratados adecuadamente.

La Dra. Katia Abarca, profesora titular de Medicina UC e investigadora Responsable del proyecto Fondecyt Regular en cuyo marco se efectuó esta publicación, explicó la relevancia de reportar este brote, así como comunicar los hallazgos obtenidos en dicho proyecto y en otros dos ya concluidos. “Como grupo de investigación hemos podido confirmar que la especie que tenemos en el país no es Orientia tsutsugamushi sino una especie diferente, a la cual hemos llamado Orientia chiloensis, por haber sido en Chiloé donde se identificaron los primeros casos”.

En la misma línea, la académica detalló que “hemos descrito cómo se presenta la enfermedad en las personas, tanto en sus síntomas y signos como en las alteraciones de laboratorio que suelen presentarse. Un mayor conocimiento de la enfermedad permite que el personal de salud y la población puedan reconocer precozmente los síntomas de la enfermedad de forma de instaurar el tratamiento recomendado, que es altamente efectivo en mejorar los síntomas y evitar las complicaciones. Afortunadamente a la fecha no se ha registrado ninguna muerte en el país, y los pacientes han evolucionado muy satisfactoriamente con la terapia indicada”.

El médico especialista en Medicina Tropical, Dr. Thomas Weitzel, académico de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo, señaló que la emergencia de casos en 2023 puede también estar relacionada al mayor conocimiento del personal de salud y de los habitantes de zonas endémicas, gracias a las actividades formativas realizadas. “Como una enfermedad relativamente nueva en Chile, la difusión de conocimiento es parte integral del trabajo en esta fase del proyecto, para garantizar que los pacientes reciban un diagnóstico y tratamiento antibiótico adecuado”.

El académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias UACh, Dr. Gerardo Acosta, quien es coinvestigador de este equipo, comentó que el trabajo sobre el brote de Tifus de los Matorrales en la Región de Los Lagos publicado en una de las revistas científicas de mayor impacto a nivel mundial “destaca la importancia que tiene en la comunidad científica internacional los estudios que hemos desarrollado en Chile sobre esta enfermedad que está ocurriendo en el sur de Chile. Además, nos da luces de los riesgos de contagio a los que se enfrentan los habitantes y turistas que visitan las áreas silvestres del sur de Chile”.

El co-investigador agregó que esta enfermedad se desarrolla en las personas mediante la mordedura de un pequeño ácaro (trombicúlido) que es el vector y reservorio de la bacteria que provoca la enfermedad.

Cuidado con las actividades al aire libre

Entre el 14 de enero al 14 de febrero de 2023 fueron reportados un total de 36 casos sospechosos de Tifus de los Matorrales en La Región de Los Lagos, en el sur de Chile.  El número de casos representó un aumento de casi 450% sobre la media número de casos notificados durante los 8 años anteriores.

Veintiséis (93,0%) pacientes informaron que tuvieron contacto con vegetación o leña durante actividades domésticas (42,0%), además de actividades ocupacionales (30,0%) o de ocio (19,0%). Todos los pacientes recibieron tratamiento con doxiciclina y se recuperaron sin complicaciones. Ellos presentaron fiebre (85,7%), acompañada de manifestaciones cutáneas (escara, 100,0%) o erupción maculopapular (89,3 %), así como signos y

síntomas inespecíficos, como dolor de cabeza (85,7 %), mialgias (78,6 %), escalofríos (75,0 %) y sudores nocturnos (57,1%).

La exposición a los ácaros trombicúlidos se asocia con actividades al aire libre y afecta no sólo a los residentes de las zonas rurales, sino también a viajeros que hacen camping y trekking. En ese sentido, el crecimiento del ecoturismo en el sur de Chile  ha incrementado la importancia de concientizar a los médicos que deben abordar enfermedades de viajeros. Sobre todo porque no hay vacuna disponible para prevenir el Tifus de los Matorrales.

Para prevenir la exposición a estos ácaros, los viajeros deben evitar el contacto con la vegetación y el suelo ubicados en las zonas más bajas, usar ropa con manga larga y pantalones, junto con tratar las botas y la ropa con el insecticida permetrina (0,5 %), además de usar repelentes de insectos que contengan DEET u otros principios activos registrados por el Organismo Ambiental Agencia de Protección para uso contra larvas, en piel expuesta y ropa.