Alumna de 5to básico de San Juan de la Costa  es la primera en volver a clases presenciales en la región. 

Más de 18 horas viajó desde la Región del Maule la profesora Daniela Vera para llegar a la Escuela Particular La Barra de San Juan de la Costa, para reabrir las puertas y recibir hoy a su única alumna, Carla Atero, luego de seis meses de suspensión de clases a causa del Covid-19.

Tras esta apertura, la primera alumna de la región, Carla se mostró feliz por la decisión: “Estoy contenta porque vamos a estudiar”. Es que reconoce que durante la pandemia tuvo varias dificultades para continuar con sus aprendizajes, especialmente por la falta de conectividad, ya que sólo contaba con el apoyo de sus vecinos que le prestaban el celular para conectarse esporádicamente para hacer las guías de estudio. “Me sentía mal, no podía hacer las tareas y extrañaba la escuela. Pero ahora estoy contenta porque vamos a estudiar”, asegura.

Junto a su mamá, Irene Navarro, llegó muy temprano para reencontrase con su profesora quien la esperaba con termómetro y alcohol gel en mano, elementos que fueron entregados en el kit sanitario que distribuye el Ministerio de Educación a los colegios que reabren sus puertas.

En su primer día, Carla trabajó en actividades socioemocionales y en manualidades de decoración de las Fiestas Patrias en compañía de su profesora quien destacó el entusiasmo de su alumna y advirtió sobre las dificultades que tuvo durante la suspensión de clases.

Retorno seguro, gradual y voluntario

La Escuela Particular La Barra se transforma en el primer establecimiento en retornar a clases presenciales, sumándose a los más de cuarenta recintos que lo han hecho en las regiones de Aysén, Los Ríos, Valparaíso y Magallanes.

Para la seremi de Educación, Luisa Monardes, esta reapertura es un paso muy importante para la educación en la región y ve con optimismo que otras localidades se sumen a esta medida cuando las condiciones sanitarias lo permitan. “Esta escuela es un ejemplo de la importancia de considerar las particularidades de cada comuna, de cada establecimiento.  Si en una localidad están las condiciones sanitarias y tanto el sostenedor como la apoderada tienen la voluntad de retornar a clases presenciales, no hay motivo para privar a una alumna de este espacio de aprendizaje y protección”, aseguró la autoridad.

Por su parte el sostenedor, Emilio Quezada, asegura que este regreso a clases presenciales se dio luego de estar en permanente contacto con la profesora y evaluando si las medidas sanitarias del sector lo permitían. A ello agrega que enfrentan este retorno “con mucha responsabilidad y compromiso y a la vez asumimos este desafío cumpliendo con todos los protocolos sanitarios”.