DESPUÉS DE ENTREGAR GRAN PARTE DE SUS VIDAS AL SERVICIO PÚBLICO 22 FUNCIONARIOS DE LA SALUD SE ACOGEN A JUBILACIÓN ESTE 2017

            En una emotiva ceremonia fueron reconocidos  22 funcionarios del Servicio de Salud Chiloé, de los Hospitales San Carlos de Ancud, Augusto Riffart de Castro, Achao, Queilen y Quellón que este año 2017 se acogieron a jubilación.

Para acompañar en esta ocasión estuvieron presentes el Director del Hospital de Castro, Ricardo Salazar, el Director del Hospital de Ancud, Walter Keupuchur, Directora del Hospital de Achao, Dra. Ana María Muñoz, la Directora del Hospital de Queilen, Carolina Silva, la Directora(S) del Hospital de Quellón, Jacqueline Díaz,  el Sub Director de Recursos Humanos del Servicio de Salud Chiloé, Cristian Mansilla y el Director (s) del Servicio de Salud de Chiloé, Dr. Víctor Hugo Catalán, quienes tuvieron conmovedoras palabras para destacar el compromiso y vocación de los nuevos jubilados.

Durante la ceremonia se relató parte de la biografía laboral de los ahora jubilados, muchos se emocionaron al recordar toda la entrega realizada en favor de la salud, oportunidad en que recibieron un galvano de reconocimiento por el profesionalismo, vocación e interés de servir a los demás en un área tan sensible como lo es la salud.

Durante la ceremonia se destacó el apoyo de las familias de los funcionarios de la salud, quienes muchas veces se resignaron a vivir la ausencia de sus familiares en ocasiones especiales por cumplir con los turnos, porque para brindar atenciones de salud no hay horarios, sólo existe el interés de resolver las necesidades de los pacientes, incluso a costa de postergar sus propios intereses o el de las familias.

 

Como funcionarios, muchos de los que hoy dejan de cumplir labores en los recintos de salud, han visto la evolución y progreso que ha presentado esta área en la provincia: nuevos edificios, más equipos, mayor especialización, pero nada de esto es posible si no existe capital humano comprometido por buscar soluciones.

En este aspecto las autoridades presentes no dudaron en reconocer que los jubilados formaron parte de una gran generación que a pesar de vivir muchas situaciones complejas y con escasos recursos logró hacer grandes cosas, cambios que hoy favorecen a los nuevos funcionarios y usuarios del sistema de salud.

Para la jefa (s) del Sub departamento de Desarrollo de las personas y Calidad de Vida, Jessica Pinto Fugueroa, estas son oportunidades valiosas para demostrar cuánto agradecemos contar con funcionarios comprometidos con la salud de Chiloé.

La actividad culminó con un almuerzo de camaradería, convocando a los ahora ex funcionarios a seguir vinculados con la salud entregando su experiencia a través de los distintos consejos consultivos de salud.

Entre los jubilados están:

Hugo Rebolledo Díaz, quien ingresó al servicio público en el año 1969, en el recién inaugurado Hospital de Calbuco. En su paso por la Universidad Austral de Valdivia fue reconocido como el mejor promedio de la Escuela y el mérito por la dedicación al estudio, premio más que oportuno dado que sacó la carrera de obstetricia y puricultura, sumando además la carrera de enfermería ambas carreras en 5 años sin reprobar un solo ramo. Luego cumplió funciones en el Hospital de Ancud, Hospital de Castro entregando atención primaria en las comunas de Castro, Chonchi; Dalcahue y Puqueldón. Fue jefe de la maternidad del hospital de Castro, oportunidad en que este servicio se abrió a la comunidad y los padres comenzaron por primera vez a entrar a las salas de parto a esperar el nacimiento de sus hijos. Magister en Salud pública en la facultad de Medicina de la Universidad de Chile, junto a otros como el Dr. Víctor Hugo Catalán fueron los promotores e impulsores de la creación del Servicio de Salud Chiloé. Dentro de sus gestiones encabezó proyectos de alto impacto como la incorporación de comunicación radial en salud para el Archipiélago y la reciente entrega de las ambulanchas.

Lidia Cárdenas Subiabre, realizó una importante entrega en distintos servicios como esterilización, asistente dental, unidad de urgencias, siempre con gran disposición para apoyar cualquier labor de su querido hospital de Queilen, donde cumplió 39 años de servicio.

Miguel Torres Garay, desarrolló 38 años de arduo trabajo, por años siendo el único conductor del hospital de Queilen, cuando las ambulancias ni siquiera contaban con calefacción, quedando además en turno de llamada durante muchos años, demostrando su gran vocación de servicio público.

Alicia Concha Figueroa, cumplió 22 años de servicio terminando sus labores como Parvularia a cargo de los niveles sala cuna, medios o transición en el hospital de Castro, demostrando siempre interés por entregar a los niños y niñas nuevas herramientas que les permitieran un mayor desempeño escolar.

Rogelio Almonacid Almonacid, sin duda nos deja un grande, un hombre sabio que durante su vida laboral en el Hospital de Castro  se desempeñó dos años en el servicio de pabellón, dos en cirugía y 41 años en su querida Urgencia, donde siempre desarrollo un trabajo profesional entregando además palabras de aliento para sus colegas y pacientes.

Nelly  Barrientos Barrientos, su ímpetu a la hora de trabajar, daba cuenta de su gran compromiso y responsabilidad con que asumía las tareas encomendadas en su querido hospital de Castro.

Olga Barrientos Barrientos, se desempeñó diversas e importantes funciones dentro del recinto asistencial de Castro. Trabajó en el SOME, Contabilidad y fundó junto a otros colegas el servicio de recaudación de urgencia en la década de los 90.

Mirta Barrientos Uribe, demostró gran vocación  y preocupación genuina por todos quienes la conocieron, mostrando durante toda su vida laboral gran compromiso y vocación.

Doris Cárdenas Perez, fue destacada por su gran entrega, dedicación y generosidad  por todos sus compañeros del servicio de pabellón del hospital de Castro.

Maria  Ojeda Cárcamo, logró ganarse el cariño y respeto de todos, trabajadora incansable y responsable demostró gran vocación al desempeñarse exitosamente en el SEDILE del Hospital de castro

Ángela Oyarzun Oyarzo, destacad funcionaria se desempeñó en la unidad de Neonatología, fue una excelente compañera, trabajadora incansable apoyando siempre a las nuevas generaciones.

Maria Elena Calisto Mansilla, perseverante, destacada por su vocación y entrega en pediatría y posteriormente en Neonatología, donde siempre tuvo palabras de aliento para los padres acongojados, logrando en muchos casos disminuir la ansiedad que significa tener un hijo hospitalizado.

Magaly Quintallana Vera, destacada dirigente gremial, trabajadora, comprometida con los pacientes y con sus compañeros, demostró gran profesionalismo y compromiso social.

Heriberto González Nail, con poco más de 20 años, este joven llegó al hospital San Carlos a desempeñarse como auxiliar de enfermería. Apasionado gremialista, destacó no sólo como profesional sino además como deportista participando en distintas competencias deportivas.

German Gamín Cárcamo, comenzó su vida laboral en el año 1978 en el hospital de Castro, tres años más tarde llega al Hospital de Ancud convirtiéndose en un funcionario ejemplar, trabajador incansable dedicaba parte de su tiempo a la música, destacando no sólo como integrante sino además como presidente del conjunto folcklórico TEUQUELEN,  conjunto que le reporta grandes satisfacciones obteniendo los primeros lugares en las distintas muestras folclóricas a lo largo del país.

Luis Armando Cárdenas Cárdenas,  con 44 años de arduo trabajo en salud, destacó siempre por ser un hombre trabajador y comprometido dispuesto a postergar sus asuntos en favor de entregar un buen servicio. A lo largo de su vida laboral tuvo un gran desempeño en el importante servicio de Rayos del Hospital de Achao, donde veló siempre por brindar un servicio oportuno y rápido a los pacientes.

Jorge Arturo González Oyarzun, siguió los pasos de su padre, un reconocido paramédico de la zona. Comenzó a muy temprana edad a trabajando en distintas postas. Sus cualidades técnicas y gran vocación de servicio fueron valoradas y en octubre de 1972 ingresó al hospital de Achao, destacando en su servicio de Pabellón, mostrando gran habilidad, entregando sus conocimientos sin reserva.

Luis Orlando Molina Mansilla, Oriundo de la isla de Llingua, es parte importante de la historia de Achao. Por más de 3o años estuvo  a cargo del Servicio de Contabilidad y Finanzas del Hospital, recinto al cual ingresó en agosto de 1971. Con 45 años de servicio ha destacado no sólo como administrativo en el servicio de contabilidad y finanzas, sino que además como un gran referente en diversas disciplinas como futbol, Basquetbol y maratón a nivel provincial y Regional.

 

Alba Jenny Sheers Bustos, esta gran matrona se inició en el sistema público de salud en el año 1979 en Talcahuano, para luego realizar labores en Concepción, Calama, Chuquicamata y Hanga Roa (Isla de Pascua). En el  2010 ingresa al Hospital de Quellón, desempeñándose en la unidad de Unacess y Alto Riesgo, Ginecología y Maternidad, mostrando siempre su gran vocación de servicio.

Hada Oyarzun Soto, Oriunda de la bella ciudad de Frutillar ingresa con tan sólo 19 años al sistema de salud en el año 1973. Su entrega y empatía fueron claves para desempeñarse exitosamente en el Servicio de Urgencia, unidad en la siempre gozó del cariño y respeto de sus pares y pacientes.

Sonia Haro Low, desempeñó funciones como guardadora en El Hogar de La Madre campesina, institución que en aquel entonces tenía estrecha relación con el Hospital de Quellón.

Cumplió con creces y de manera exitosa labores en el servicio de maternidad, trabajo que fue reconocido por la dirección hospitalaria el año 2003 como una de las funcionarias más destacadas, distinción que recibió el Salón Azul de la Intendencia Regional en Puerto Montt. Fueron 28 años de servicio, de arduo trabajo y de una entrega sin igual.

Nidia Vargas Oyarzo, en 1974 llega a mostrar todas sus capacidades en el Hospital Quellón, dos años más tarde hace de la  Isla Coldita su segundo hogar cumpliendo funciones como auxiliar de aseo hasta el año 1981. Once años después, en el año 1992 realiza un curso de enfermería que le termina de abrir las puertas para desempeñarse con gran esmero como técnico en la unidad de obstetricia del Hospital de Quellón.