16 mujeres artesanas pertenecientes a la agrupación “Hilanderas de los mil paisajes” de Quemchi, celebraron el cierre de la capacitación de 100 horas lectivas recibido a través del programa “Proyecto Mejora a la empleabilidad para artesanos y artesanas tradicionales de zonas rurales” realizado por la Subsecretaría del Trabajo junto a Fundación Artesanías de Chile, en el cual revisaron todo el proceso de la lana, desde la obtención del vellón la madeja limpia; la identificación de los tipos de hilado; el manejo, almacenamiento y teñido de lana; hasta el mejoramiento de la gestión comercial.

 

“Para el Ministerio del Trabajo esta iniciativa representa la conclusión de una alianza estratégica entre el Ministerio y la Fundación Artesanías de Chile, en donde hemos podido ser testigos del trabajo que se ha desarrollado con un grupo de mujeres hilanderas de la zona, rescatando el tema patrimonial y cultural como también traspasando nuevas competencias que les van a permitir atraer nuevos recursos a sus familias. Celebramos esta alianza estratégica, las felicitamos e instamos a seguir en la senda de la capacitación, que efectivamente éste sea el inicio de un camino de acompañamiento como parte de una política de capacitación laboral del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, que les va a permitir profundizar esos conocimientos y potenciar el  rubro de la hilandería”, señaló el Seremi del Trabajo y Previsión Social de Los Lagos, Claudio Villanueva.

 

Paula Abraca, directora de proyectos en Fundación Artesanías de Chile, enfatizó que la importancia de este curso está en apoyar a la Isla “Sabemos que post marea roja hay una necesidad imperiosa de generar mayores posibilidades de ingreso, en especial a las mujeres. Vinimos a Quemchi porque aquí teníamos una maestra artesana que conoce la realidad, conoce las artesanas y fue ella de hecho quien formó el grupo, viendo quiénes tenían mayores aptitudes, quienes tienen también más necesidades y con quiénes podíamos seguir a largo plazo. Otro punto muy importante es que identificamos que existe un mercado para la lana hilada, oficio que va en disminución ya que cada vez hay menos mujeres que quieren hilar a mano; es un producto que tiene muchas posibilidades de salir al mercado tanto a un cliente final como a las mismas artesanas que requieren de hilado, es una posibilidad concreta de mantener la tradición de las artesanas por las mismas protagonistas y pueden generar una alternativa importante de ingresos que se mantenga en el tiempo”.