Por Dra. Natalia Bolívar Gacitúa, docente de la carrera de Derecho de la Universidad Santo Tomás Puerto Montt.
En el marco del Mes de la Mujer es fundamental destacar los avances en la inclusión de las mujeres en la economía nacional. Así es como, en el año 2015, la Dirección de Compras y Contratación Pública (ChileCompra) aprobó la primera Directiva de Contratación Pública con enfoque de género en materia de compras públicas, tomando como base el estudio realizado por la entidad Comunidad Mujer – “Estudio Diagnóstico de Género Proveedoras Naturales Chilecompra”- tras evidenciar que las empresas lideradas por mujeres solo representaban el 26% de los montos transados en las compras del Estado. Para revertir esta brecha, se creó el Sello Empresa Mujer, que visibiliza y fomenta la participación femenina en el mercado.
Este distintivo se otorga a empresas que cumplen al menos uno de los siguientes criterios: más del 50% de propiedad de mujeres, una gerenta general mujer, o más del 50% de representantes legales mujeres. En el caso de las personas naturales, esta definición se realiza en base a la información proporcionada por el Registro Civil.
La última reforma de la Ley N°19.886 sobre contratos administrativos de suministro y prestación de servicios, avanzó en este sentido al establecer que los organismos públicos “podrán establecer criterios complementarios a la evaluación técnica y económica” para impulsar la participación de empresas que promuevan la igualdad de género o los liderazgos femeninos dentro de su estructura organizacional, aunque la norma podría haber dicho “deberán” en vez de “podrán”, haciéndola obligatoria en vez de facultativa. Cabe señalar que, esta medida viene a complementar la causal de trato directo en adquisiciones inferiores a 10 UTM, que privilegien materias de alto impacto social donde se incluye el impulso a la participación de las mujeres en las compras públicas.
Gracias a estas iniciativas, la participación femenina en este ámbito aumentó un 38,5% (año 2023), alcanzando ventas por USD 3.255 millones, contribuyendo a reducir la brecha de género y promoviendo una distribución más equitativa de los ingresos entre hombre y mujeres. Esto da cuenta que el Sello Empresa Mujer representa un avance significativo hacia una economía más inclusiva y justa, que reconoce el aporte de las mujeres en la economía nacional, potencia su mayor participación en el mercado y contribuye a la obtención de una sociedad más inclusiva.