Para recordar sobre el Hantavirus

Por: Mg. María Elena Órdenes D. y EU. Mariella Pérez Maldonado, académicas de la Escuela de Enfermería Universidad Austral de Chile, Sede Puerto Montt. Magister en Salud Pública, Universidad de Chile.

Una mayor cantidad de casos de Hantavirus se presentó en la Región de Los Lagos, en comparación al resto del país, durante el primer semestre del periodo 2019 a 2022. Dado que la infección puede ser fatal, es importante recordar cuáles son los síntomas de la enfermedad por Hantavirus y las medidas para prevenir el contagio.

El reservorio natural del Hantavirus es el “ratón de cola larga”, el cual habita desde las Regiones de Tarapacá a Aysén, especialmente en zonas rurales. La infección por este virus produce una enfermedad respiratoria de inicio abrupto con posterior compromiso cardiaco, denominada “Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus”. En Chile esta enfermedad es considerada endémica y de presentación estacional primavera-verano, con más casos entre noviembre y marzo.

La transmisión al ser humano es a través de la inhalación de aerosoles provenientes de las heces, orina y saliva de ratones infectados; ingerir alimentos o agua contaminados con orina, heces o saliva de estos roedores; tocar objetos donde haya sido depositado el virus y luego acercar la mano a la nariz, ojos o boca; ser mordido por un ratón infectado.

Una vez contraído el virus, la presentación de los síntomas fluctúa entre 1 y 3 semanas. Inicialmente se puede presentar fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, diarrea o dolor abdominal que duran de 3 a 5 días. Luego se agrega tos, dificultad para respirar y sensación de opresión en el pecho, síntomas que van en aumento hasta presentar shock.

Debido a que no existe un tratamiento específico para esta enfermedad, el Ministerio de Salud recomienda la prevención y control para evitar el contacto del hombre con los roedores y sus excretas, siendo las siguientes medidas preventivas las más relevantes:

  • Antes de ingresar a una casa o bodega que hayan permanecido deshabitadas, ventilar a lo menos 30 minutos, abriendo puertas y ventanas.
  • Limpiar superficie de muebles y suelo con trapero con agua con cloro o detergente y esperar 15 minutos antes de enjuagar.
  • Mantener alimentos y agua fuera del alcance de los roedores, almacenándolos siempre en envases herméticos.
  • Eliminar basura doméstica en contenedores cerrados o enterrarla diariamente alejadas de la vivienda.
  • Sellar agujeros en las viviendas y galpones para evitar ingreso de roedores.
  • Desratizar galpones y bodegas.
  • Mantener libre de maleza y basura alrededor de la vivienda y bodegas, en un perímetro de 30 metros.
  • Usar protección al cortar pasto (mascarilla, escudo facial, guantes).
  • Proteger depredadores naturales: zorros, quiques, búhos, peucos, cernícalos y culebras.