La combinación de ambos factores ayudaría a que las personas accedan a una atención médica más temprana, de mejor calidad y con posibilidad de alcanzar resultados más positivos.
La pandemia generada por el COVID-19 hizo que toda la comunidad médica y científica volcara sus esfuerzos en encontrar distintas fórmulas que permitieran disminuir la propagación del virus. Una de ellas fue la creación del autotest de antígeno para detectar la enfermedad.
Durante el último año, muchos de esos test formaron parte de las cerca de 2 mil millones de pruebas para diagnóstico rápido que fueron administradas por los profesionales de la salud. Alrededor del mundo, quienes accedieron a ellas obtuvieron resultados más rápidos, precisos y una atención médica oportuna, aun cuando se encontraban en entornos rurales, remotos y de difícil acceso.
Tras este proceso equipos como el de diagnóstico rápido del laboratorio Abbott, está preparado para dar respuesta a posibles riesgos para la salud pública. “Hemos logrado combinar los mejores elementos para continuar innovando y así desarrollar pruebas que se han convertido en una parte fundamental para contener y controlar amenazas virales”, dijo el director médico de esa unidad, doctor Óscar Guerra.
Uno de los últimos avances que han logrado apuntan a pruebas diagnósticas de VIH en plataformas moleculares para la detección de cargas virales, autotests y evaluaciones del estado inmunológico. Todas soluciones que permiten tomar decisiones que salvan vidas y que tienen un gran impacto en las personas.
“Las pruebas son excepcionalmente prometedoras para el diagnóstico debido a su velocidad, precisión y facilidad de uso”, comentó Guerra.
Pero no solo el VIH ha sido prioridad para los investigadores, también existen pruebas moleculares rápidas para la identificación del virus de la influenza, el Virus Sincicial Respiratorio (RSV) así como también el Streptococo A.
Cuando se registra una alta circulación viral, como el de la influenza o el Virus Sincicial Respiratorio (RSV); el uso de soluciones con respuesta rápida y precisa, se convierte en una poderosa herramienta para apoyar el diagnóstico temprano y ayudar a combatir la propagación viral o bacteriana.
Las pruebas duales para detección de COVID19-Influenza A o B, permiten a los profesionales de salud identificar el patógeno correcto en 15 minutos, sin requerimientos
de instrumentación especial, acelerando el proceso de atención de una manera simple y eficaz.

“Nosotros nos centramos en garantizar la calidad de nuestras pruebas, así como en seguir desarrollando soluciones para más personas y en más lugares, con el objetivo de combatir los desafíos de salud más urgentes del mundo, sobre todo de las enfermedades infecciosas”, sentenció Guerra.