Esta semana comienza el rodaje del documental que graficará un importante hecho de nuestra historia ocurrido el año 1712, cuyo levantamiento fue acordado precisamente en el sector de Quilquico:  la rebelión del pueblo huilliche.

A través de un proyecto financiado por la Glosa de Cultura del Fondo Nacional de Desarrollo Regional de Los Lagos 2021, se retratará este hecho que se suscitó a principios del siglo XVIII, de cual la mayoría de la sociedad chilota aún desconoce.

Andrea Teiguel, directora de la Escuela Rural de Quilquico, dijo que esta iniciativa fue postulada por el centro general de padres y apoderados y que era un anhelo de toda la comunidad educativa. “Finalmente llegamos al término de la etapa de investigación, de elaboración de ilustraciones y guión para partir ahora la producción de la pieza audiovisual”, afirmó.

“Como escuela estamos muy contentos por ya estar en la recta final para poder tener este anhelado documental. Es una responsabilidad muy importante para nuestro equipo que viene trabajando este hito histórico de la rebelión huilliche de 1712 desde hace varios años”, sostuvo la docente.

Dijo que pensaron en varios lenguajes con los cuales abordar este acontecimiento histórico para darlo a conocer a la comunidad y que debido a la pandemia “optamos en su momento por abordarlo primeramente desde la investigación y del formato documental que nos parece que es un tipo de lenguaje asequible, muy democrático y que precisamente podría configurar la primera base para ir sensibilizando sobre la importancia de recuperar la memoria histórica de nuestros pueblos originarios”.

Y en ese sentido, aseguró que esta una oportunidad que les ha hecho reflexionar sobre el rol que tienen las escuelas en la recuperación de la memoria e historia de sus territorios, pudiendo igualmente generar insumos educativos de contenido histórico e identitario.

“Quilquico tuvo un rol muy importante en la rebelión, fue el centro neurálgico en donde en enero de 1712 se reunieron las comunidades indígenas a rebelarse con las injusticias que los encomenderos cometían en ese entonces y nos parecía muy impactante el hecho de que los descendientes, la propia gente de la Península, de la comunidad no supiera de esta historia que es nuestra, que ocurrió aquí”, indicó Teiguel.

Desafíos

Por su parte, el educador tradicional de la asignatura de Lengua y Cultura Indígena del establecimiento, Cristofer Caicheo, dijo que uno de los desafíos de este proyecto fue representar la historia en el libreto.

El carácter de artista que nos envuelve, quizás, a algunos de nosotros, nos da las herramientas o el sentir para poder expresarlo de la mejor manera. Me siento muy confiado en el equipo de trabajo y en los niños que nos van ayudar a representar a estos personajes, que son los herederos de esta historia de la rebelión y que nos van a ayudar a comprenderla y entenderla, a volverla a sentir para poder llevar este mensaje en la actualidad de una manera distinta a como se llevó por muchos años. De esta manera dejar atrás la vergüenza para recuperar nuestra historia y comenzar a sentirnos orgullosos de nuestro ser mapuche-huilliche”, enfatizó.

En tanto, para el profesor e ilustrador achaíno Ramón Contreras, este proyecto ha sido un gran desafío “por cuanto me permitió primero investigar un montón de temas, de referentes gráficos e históricos de la época a inicios del siglo XVII en Chiloé donde tampoco hay muchas referencias o donde la misma historia de Chile tiene pocos elementos sobre los cuales basarse”.

También fue un desafío para su trabajo gráfico, puesto que “lo que uno propone tiene que contribuir primero a ser claro y a tratar de no generar un estereotipo, pero que también sea entendible o que ayude a la comunidad, en este caso la comunidad escolar, pero también de comunidad en general del archipiélago, a entender un proceso histórico de distintas aristas y harta complejidad en su tiempo”.

Por último, la directora de la Escuela de Quilquico, agradeció a todos los profesores, asistentes de la educación, estudiantes, apoderados, escritores, investigadores, comunidades y organizaciones “que nos han acompañado y colaborado en este arduo proceso para hacer realidad este sueño de la toda la comunidad educativa, pues refuerza nuestra convicción de ser un espacio que, si bien prepara a las nuevas generaciones para el presente y el futuro, lo hacemos con respeto hacia nuestro pasado que tanto nos falta aún por conocer”.