Este sábado 26 de marzo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Cuello Uterino

Salud de la mujer: Cómo prevenir las principales patologías oncológicas

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  • El llamado es asistir a control médico anual y consultar por los exámenes disponibles para efectuarlos a tiempo, porque patologías como el cáncer de cuello uterino se pueden prevenir si se detectan en etapas precoces.
  • La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que el control con el PAP o el test de PCR del VPH se realice al menos al 70% de la población. En Chile estamos en un 56-58% por lo tanto, tenemos que insistir y acompañar a las mujeres para que acudan a realizar su examen preventivo, comentan especialistas.

Acudir una vez al año a control médico permite entregar información a las pacientes que enfermedades como el cáncer de cuello uterino (CaCu) se pueden prevenir y que realizar algunos exámenes a tiempo son indispensables para no retrasar un eventual tratamiento. Estas son parte de las recomendaciones en temas de salud de la mujer que entrega el doctor Roberto Altamirano Assad, especialista en Ginecología Oncológica de Clínica Santa María y del Hospital Clínico San Borja Arriarán, y secretario general de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (SOCHOG) en el marco del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino que se conmemora cada 26 de marzo.

Durante el 2020 en Chile el cáncer de mama ocupó el primer lugar entre los cánceres que afectan a mujeres, con 5.331 casos nuevos (20,9%), mientras que el cérvico uterino -causado por los tipos virales de alto riesgo del Virus del Papiloma Humano (VPH)- ocupó el cuarto lugar con 1.503 nuevos diagnósticos (5,9%), según cifras de Global Cancer Observatory (GLOBOCAN). Con la pandemia, el especialista advierte que los controles disminuyeron un 80% debido a las cuarentenas, afectando no sólo a los pacientes con cáncer sino también a quienes tienen enfermedades crónicas.

Ante ese escenario, el doctor Altamirano explica que es imprescindible que las mujeres retomen sus chequeos médicos anuales. “El cáncer de cuello uterino es un cáncer prevenible y nos da tiempo para una detección precoz, porque no evoluciona en un par de meses. Para que de una infección se transforme en una lesión precancerosa tienen que pasar cerca de cinco años, y para que se pueda transformar en un cáncer definitivo pueden pasar cerca de 10 años, entonces se invita a que las mujeres asistan a control con su especialista o la matrona”, comenta.

Es importante destacar que el 80-85% de las personas pueden tener contacto con el virus papiloma alguna vez en la vida y que el 90% logra su eliminación en los primeros dos años. Agrega que no se debe temer a la presencia del virus, no es un estigma y es importante reconocer quienes deben ir a un control con el especialista a la brevedad.

En el caso del cáncer de cuello uterino, el principal problema es que es asintomático en etapas precoces. “Debido a este cáncer en el mundo muere una mujer cada 2 minutos y en Chile mueren dos mujeres al día por esta enfermedad.  Es importante reconocer que lamentablemente del 100% de mujeres que tienen cáncer de cuello uterino macroscópico, es decir que lo puedo diagnosticar observando directamente el cuello del útero, el 50% de ellas nunca se ha hecho un examen preventivo en su vida y entre un 15-20% no se ha hecho ningún estudio en los últimos cinco años”, plantea.

En ese sentido, el especialista hace un llamado para que las mujeres se informen sobre los exámenes (prueba de Papanicolau -PAP- y test de PCR del VPH) y la vacuna que están disponibles para la prevención del cáncer de cuello uterino. En el caso del control con la prueba de Papanicolau (PAP) explica que, de acuerdo con las guías clínicas nacionales e internacionales, se debe realizar a partir de los 25 años y el examen se debe repetir cada tres años. Mientras que, a partir de los 30 años, se recomienda el examen de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) para el VPH, que se puede realizar cada cinco años. “La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que el control con el PAP o el test de PCR del VPH se realice al menos al 70% de la población. En Chile estamos en un 56-58% por lo tanto, tenemos que insistir y acompañar a las mujeres para que acudan a realizar su examen preventivo”, comentó.

Según manifiesta el doctor Altamirano, “cuando se realiza el test de PCR para el VPH es similar a lo que se busca para el covid-19, es decir, se está buscando si están presentes o no los virus de alto riesgo oncológico asociados al cáncer de cuello uterino. Cuando este examen es negativo, la probabilidad de que una persona desarrolle esta patología en los próximos cinco años es de 0,3-0,5%, lo cual es extremadamente bajo”, manifiesta.

En el caso de la vacunación, actualmente el Programa Nacional de Inmunización (PNI) contempla la inmunización en niños y niñas de cuarto y quinto básico, aunque la recomendación del especialista es que accedan a la vacuna las mujeres menores de 40 años, como también los hombres menores de 26.

Durante la consulta ginecológica, otro de los temas presentes en la salud femenina es la prevención del cáncer de mama y la necesidad de perder el miedo a exámenes como la mamografía y una eventual biopsia, en caso de ser requeridos. “Hay muchas personas que tienen temor al diagnóstico, pero si bien la mamografía es incómoda, gracias a estos estudios se puede prevenir alguna patología. Existen tratamientos y lo relevante es que buscamos mantener en conjunto con las pacientes los años y calidad de vida. Tenemos que educar que una enfermedad nos puede ocurrir a todas y todos y que retrasar el diagnóstico sólo puede empeorar la situación”, declaró.

Por ello, el especialista refuerza el llamado a que las mujeres consulten con su especialista una vez al año. “En la consulta se puede realizar un chequeo de salud general, que contemple los temas ginecológicos y también de la vida diaria como la presión arterial, el estado nutricional, la importancia del buen dormir y la actividad física, los cuales son pilares fundamentales para mejorar la calidad de vida. Conversar sobre lo importante de mantener una buena salud mental, porque si hay algún factor de estrés o depresión encubierta es posible que en esa consulta se pueda levantar una luz de alerta para que cada paciente reciba el tratamiento adecuado”, sostuvo.