Producto de la contingencia sanitaria que estamos viviendo, se visibilizó la dificultad que existe de compatibilizar el cuidado de niños con el cumplimiento de las obligaciones laborales que deben continuar prestando padres o cuidadores. Por ello, se dictó la Ley de Postnatal de Emergencia y de Crianza Protegida (21.247) que estableció beneficios para quienes están a cargo de menores.

En ella se establecen las prestaciones de postnatal de emergencia y la posibilidad de acogerse a la Ley de Protección al Empleo, a quienes tengan bajo su cuidado a hijos menores de 6 años. Ambas ayudas se encontrarán vigentes, en principio, solo hasta el 30 de junio de este año, con la posibilidad de extender su vigencia en caso de prorrogarse el estado de excepción o la Ley de Protección al Empleo, y pudiendo terminar antes en caso de fallecimiento del niño.

Respecto al postnatal de emergencia, materializado en la licencia médica preventiva parental, tiene como beneficiarios a los trabajadores y trabajadoras dependientes o independientes, cuyo permiso postnatal parental haya terminado a contar del 18 de marzo de 2020. Este consiste en la extensión, hasta tres veces, de una licencia médica por jornada completa y de 30 días cada una. En concreto, con ello se amplía el permiso maternal por 90 días más, manteniendo la cuantía de acuerdo con el monto recibido en las licencias anteriores.

Lo novedoso de este beneficio, es que puede accederse a él completando un formulario en la página de la Superintendencia de Seguridad Social (suseso.cl), una vez finalizada la última licencia. Luego, debe enviarse el comprobante a su empleador, para así acreditar la ausencia. Además, con la utilización de este beneficio se puede extender el fuero maternal establecido en el art. 201 del Código del Trabajo, por un periodo equivalente al utilizado en la licencia médica preventiva parental. Es importante mencionar, que es compatible con otras prestaciones creadas a raíz del Covid-19, como por ejemplo el Ingreso Familiar de Emergencia.

Sin duda, es una herramienta altamente valorable, tanto por la facilidad para acceder a ella, como por el hecho de que, en la práctica, se mantiene la cuantía para los beneficiarios en iguales términos que en las licencias anteriores. Es de esperar que pueda robustecerse con el tiempo.

 

Beatriz Llanos, Académica Escuela de Derecho Universidad de Las Américas