La traducción legal es una de las más solicitadas en la actualidad, ya que esta permite validar diversas clases de documentos como certificados de defunción, de matrimonio, de nacimiento o de naturaleza académica, que por lo general suelen usarse en países extranjeros para optar por oportunidades labores, de estudios o demostrar el pasado de una manera fehaciente.

Sin embargo, aunque no en todas las ocasiones estos documentos deben ser sometidos a una traducción legal, los usuarios que tengan planes de viajar al extranjero o radicarse en un nuevo país deben informarse acerca de la normativa en cuanto al uso de documentos oficiales en ese territorio, especialmente si desean permanecer de manera legal en ese destino.   

¿Cuáles documentos no requieren de una traducción legal?

 Algunos documentos oficiales no suelen ameritar de traducciones legales, ya que, en algunas circunstancias, estos recaudos no precisan de validación en el país de destino. Sin embargo, lo recomendable es consultar si es obligatorio presentar una traducción legal en el organismo o institución en los que se utilizarán.

En el caso de que se deba usar una traducción legal, se pueden contratar en la empresa Protranslate los servicios de https://www.protranslate.net/es/traduccion-legal/ para poder contar con un traductor especializado que tenga el aval para certificar y dar validez a esta clase de documentos en específico. Por el contrario, cuando no se necesite este tipo de traducción, ya no será necesario precisar de los servicios de un traductor oficial.

¿Qué debe tener una buena traducción legal?

 Una traducción legal debe realizarse con base a una serie de procedimientos que van a garantizar su calidad de los textos, de manera que es importante tener en cuenta algunas claves para que estas versiones puedan mantenerse fieles a lo que se expresa en los documentos originales.

De esta forma, para realizar una traducción legal de calidad, se aconseja tomar en consideración los siguientes consejos:

      Analizar de manera minuciosa las versiones originales de los documentos que se van a traducir para evaluar aspectos como el volumen, la dificultad técnica y peculiaridades lingüísticas.  

      Usar herramientas CAT (traducción asistida por computadora), ya que permiten optimizar los tiempos de respuesta, asegurando que la coherencia lingüística y terminología puedan mantenerse a través del texto.

      Verificar detalladamente la traducción legal mediante la realización de un estricto control con el que se puedan asegurar que se ha realizado de modo correcto el proceso y los documentos traducidos se encuentran listos para usarlos como documentos legales para los procedimientos oficiales en los que se presentarán.

En definitiva, hay que cerciorarse de que cualquier clase de traducción que se haga sea lo más fiel posible de la versión del texto en su idioma original. Para esto, principalmente se recomienda emplear la terminología, frases y expresiones que mantengan una coherencia con las versiones originales del texto traducido, ya que este tipo de documentos pueden ser utilizados con fines específicos en los que se demanda conocer su contenido a fondo.