El uso de este artículo sanitario, además del distanciamiento social y lavado de manos correcto, serán fundamentales para evitar posibles rebrotes de la enfermedad.

“Flexible, con cautela y prudencia, así dijo el presidente Piñera que será el plan de desconfinamiento hace algunos días y que se irá implementando en Chile paulatinamente. Las decisión se tomó luego que el país cumplió cinco semanas de mejoría respecto a la cifras de contagios por Covid-19.

La propuesta consiste en cinco etapas, en las cuales se irá avanzando o retrocediendo en base a criterios epidemiológicos que deberá cumplir cada región del país.

El plan tendrá un período de transición para las zonas que dejen la cuarentena y dentro de las acciones anunciadas se encuentran, entre otras indicaciones, la libre circulación de la población sólo de lunes a viernes; reuniones sociales de 10 personas como máximo durante la semana y algo muy importante: mantener el uso de mascarillas en radios urbanos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el uso del tapaboca en la etapa de desconfinamiento es fundamental para evitar un rebrote de la enfermedad a futuro, a lo que se debe agregar la distancia social e higiene de manos.

Cabe mencionar que cuando tosemos, estornudamos, hablamos o simplemente respiramos, producimos aerosoles: partículas de distintos tamaños que acompañan al aire exhalado. Por lo general, se trata de gotitas de agua que se evaporan con rapidez y pueden liberar al aire bacterias y virus… por ello el uso de la mascarilla en nuestra vida diaria hoy es prioritario.

Listos para volver

A la hora de retomar labores cotidianas y laborales, hay que hacerlo de la forma adecuada. Y para prevenir posibles contagios, expertos del área de la salud recomiendan el uso de las mascarillas médicas y de protección.

Dentro de estos artículos sanitarios se encuentran la de tres pliegues (www.fullmundo.cl) que brinda una cómoda e higiénica protección.

Esta mascarilla es un elemento de protección personal que cubre boca y nariz. Además cuenta que una barrera física que protege contra polvo, suciedad y salpicaduras.

En caso de enfermedad, este sistema de protección permite que, microorganismos como virus, queden en el filtro de la mascarilla y no en el ambiente. Debido a ello, resulta fundamental no tocarla y si esto sucediera hay que lavar las manos de inmediato con agua y jabón o utilizar alguna solución a base de alcohol.