Con la llegada de la pandemia por Covid-19, el uso de este producto se volvió fundamental para evitar el contagio. Hoy existen para todos los estilos, sin embargo los expertos siguen aconsejando utilizar las de uso médico.

Hasta que surja una vacuna contra el Covid-19, lo más probable es que Chile y el resto del planeta tengan que seguir usando mascarillas para evitar los posibles contagios de la enfermedad. Por esa razón, este producto se volvió un accesorio cotidiano en nuestras vidas.

La importancia de llevar mascarilla cada vez preocupa más a los expertos. Así quedó plasmado en un estudio realizado por científicos de la Universidad Florida Atlantic y que publicó –a fines de junio- la revista científica Physics of Fluids, el cual se centró en mascarillas no médicas.

La investigación demostró a través de simulaciones de tos y estornudo, que existen algunas mascarillas caseras más efectivas que otras para obstruir las gotas que transportan el virus.

Dentro de los resultados quedó en evidencia que sin protección facial las gotas producidas durante la tos pueden desplazarse casi cuatro metros, sin embargo, con una mascarilla esta distancia se reduce a sólo unos pocos centímetros.

Por ejemplo, una mascarilla casera con múltiples capas, redujo la dispersión de las gotas; a diferencia de las hechas con camisetas o pañuelos doblados que fueron mucho menos efectivos. Pese a estos resultados, para los científicos siempre será más recomendable llevar las de uso clínico.

Tres pliegues

Por otra parte, a la hora de prevenir dentro de las mascarillas médicas destaca la de tres pliegues que brinda una cómoda e higiénica protección, para uso en sector salud o para procesos de manipulación de alimentos.

Esta mascarilla la encuentra en www.fullmundo.cl y es un elemento de protección personal que cubre boca y nariz. Además cuenta que una barrera física que protege contra polvo, suciedad y salpicaduras.

En caso de enfermedad, este sistema de protección permite que, microorganismos como virus, queden en el filtro de la mascarilla y no en el ambiente. Por ello, resulta fundamental no tocarla y si esto sucediera hay que lavar las manos de inmediato con agua y jabón o utilizar alguna solución a base de alcohol.