“Es un cordero muy sano, alimentado en forma natural, con un sabor suave, especial para los consumidores que prefieren productos más magros y saludables pero igualmente sabrosos”, explica Rodrigo de la Barra, investigador del INIA y especialista en genética ovina.

El cordero chilote se ha adaptado a las condiciones del archipiélago de Chiloé como intensas lluvias, pasturas de baja calidad nutritiva e incluso alimentándose también de matorrales, junquillos y hasta de algas disponibles en la costa durante las mareas bajas. De acuerdo a estudios científicos realizados por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), debido al sistema de alimentación y a su genética diferenciada, este singular animal tiene propiedades saludables gracias a su menor cantidad de grasa intramuscular, una excelente relación omega3-omega6 y alto contenido de ácido linoleico conjugado, que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares. Además, los análisis nutricionales determinaron que tiene 4 veces menos colesterol que otras carnes y es bajo en sodio.

“Es un cordero muy sano, alimentado en forma natural, con un sabor suave, especial para los consumidores que prefieren productos más magros y saludables pero igualmente sabrosos”, explica Rodrigo de la Barra, investigador del INIA y especialista en genética ovina quien lideró los estudios para diferenciar esta raza.

Los trabajos incluyeron estudios de genética molecular, comparando el ADN del ovino chilote con otras doce razas presentes en Chile,  España y  Portugal y así se logró comprobar que a pesar de estar emparentado con las ovejas churras y castellanas que trajeron los conquistadores españoles a Chiloé hace más de 450 años, el cordero chilote constituye un recurso genético diferente a otras razas. De esa forma, tras largos años de investigación científica, el 21 de enero de 2010 se inscribe en el registro oficial del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), convirtiéndose en la primera raza ovina chilena.

“Cinco años más tarde y luego de un largo período de revisión y de nuevos trabajos científicos, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) aceptó las pruebas presentadas y otorgó la Indicación Geográfica (I.G.) para la carne de corderos criados en Chiloé, alimentados con productos de praderas naturales y nacidos de una oveja chilota, pasando a ser el primer producto animal y cárnico chileno en obtener un Sello de Origen”, recordó el doctor Rodrigo de la Barra.

Actualmente, después de muchos años de trabajo con las organizaciones ovejeras del archipiélago y con el apoyo del sector público a través del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), el Gobierno Regional de Los Lagos y en esta última etapa el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) y el Centro de Negocios de Chiloé con un proyecto Juntos regional vía rápida, la Cooperativa Agrícola y Campesina de Fomento de Chiloé (Cofoch), puso a la venta carne de Cordero Chilote I.G. con Sello de Origen, un recurso genético único en el mundo que tras 15 años de trabajo logra llegar al mercado.

“Nuestra carne de cordero es el primer producto cárnico en Chile con Sello de Origen y además posee menos grasa intramuscular, sólo un 1,6% en comparación con otras razas que tienen un 2,4%, además de otras características”, señaló Iris Díaz, gerenta de la cooperativa y encargada del procesamiento y comercialización de este innovador producto.

Agregó que ”en el mes de marzo hicimos nuestra primera faena y nuestros principales clientes pertenecen al sector Horeca (hoteles, restaurantes y casinos) del archipiélago, pero por la condición sanitaria del país que todos conocemos, estamos enfocándonos al consumidor final en forma directa”.

La ejecutiva hizo una invitación a “que nos conozcan y puedan saber más de nosotros en nuestra página web www.cofochcooperativa.cl o en nuestras redes sociales (Facebook @cofoch e Instagram @cofoch.cooperativa)”. Añadió que para comprar, los interesados deben enviar un e-mail a: cofochcooperativa@gmail.com o llamar al teléfono +56 9 61923261.