Cada año 500 niños son diagnosticados con cáncer en Chile. Entre los más comunes se encuentran la leucemia, los tumores cerebrales y linfomas.   

“Chile tiene una población de más o menos tres millones de niños, y al año nacen entre 280 mil o 300 mil niños. De todo este universo, 500 niños son diagnosticados con cáncer, tanto en el sistema público como en el privado”, cuenta el doctor Nicolás Rojas del Río, oncólogo infantil del Centro Integral del Cáncer de Clínica Dávila.  

La terapia de esta enfermedad es multimodal, dependiendo el tipo de cáncer, y consiste en cirugía quimioterapia y radioterapia, explica el Dr. Claudio Mosso, oncólogo infantil de Clínica Santa María.  

“La recuperación, en general, es buena, sin embargo, los tratamientos no son inocuos y se pueden producir muchos daños asociados”, explica el doctor Rojas. A raíz de esto, muchas veces los niños caen en depresión, les cuesta luchar por recuperarse. En estos casos, el uso de perros ayudaría como tratamiento complementario, para todo tipo de pacientes, incluso para los que están más graves, según un estudio publicado en la Revista Critical Care, que reveló los resultados de un programa desarrollado en Hospital John Hopkins.  

En Chile, la Dra. Marcela Paredes, neuróloga infantil de Clínica Santa María, ha comprobado la utilidad de los perros como tratamiento complementario en base a varios estudios y a su propia experiencia. “La interrelación que se produce entre los pacientes y los animales facilita la adaptación a un ambiente estresante y amenazador”, explica la especialista.  

 Algunos de los beneficios de la canoterapia señalados por la especialista son: 

1.    Disminuye el estrés 

2.    Calma la ansiedad 

3.    Baja el dolor 

4.    Mejora la presión arterial 

5.    Facilita la movilidad 

6.    Mejora la fuerza muscular 

7.    Mejora el ánimo: aparecen elementos de felicidad y placer, lo que repercute en su respuesta inmunitaria a la enfermedad. 

8.       Se produce un cambio en el ambiente: afecta positivamente a los padres y al personal disminuyendo la tensión y el miedo, y facilita la interrelación del equipo de salud con el paciente y sus familiares.  

Debido a que se trata de pacientes inmunodeprimidos, los especialistas advierten que es necesario realizar una prevención de infecciones por zoonosis (enfermedades parasitarias), mordeduras, y reacciones alérgicas.