Dra. Macarena Zanelli, Med. Vet.Magíster en ciencias, mención en medicina y clínica en Animales de Compañía Jefa de Carrera de Medicina VeterinariaUniversidad Santo Tomás, Puerto Montt

Para muchos chilenos, septiembre es uno de los meses más alegres y festivos, sobre todo, este año, donde se vienen muchos días libres y, por ende, largos e intensos días de celebración. Esto nos lleva a aumentar la ingesta de comida y en muchos casos, de alcohol, mucho más que el resto del año.

En el caso de nuestras mascotas, también puede ser motivo de “alegría”, ya que entre tanta celebración y mayor cantidad de visitas (más de lo habitual), los propietarios pueden descuidar un poco la alimentación de éstas, ya sea por la abundancia de comida o porque entre tanta gente, más de alguno, se siente con la libertad de darle un “poquito” de las sobras del asado, los huesos, etc.

No debemos olvidar que las mascotas metabolizan muchos alimentos de manera muy diferente a los humanos, lo que significa que no todos los componentes de una comida, pueden hacerle bien y es por esto, que debemos tener algunas consideraciones.

En primer lugar, una mascota, no debiera comer más que su alimento (idealmente concentrado) y tener agua a libre disposición, no siempre darles un “regalito” será señal de amor, muy por el contrario, debemos resguardarlos para evitar problemas gastrointestinales o hepáticos y así, evitar posibles hospitalizaciones.

En el caso de las empanadas, por ejemplo, donde uno de sus ingredientes es la cebolla, debemos saber que ésta posee un tóxico, tiosulfato de sodio, el cual genera ruptura de los glóbulos rojos (hemólisis), generando con esto, anemia y cuyos signos podrían presentarse de inmediato o incluso, 5 días post ingesta, pudiendo evidenciarse: vómitos, diarrea, depresión, aumento de la temperatura y oscurecimiento de orina.

Respecto a los huesos, ya sean de pollo, cerdo o vacuno, los cuales pueden ser encontrados por sus mascotas muy frecuentemente en la mesa, parrillas o incluso en la basura, pueden causar lesiones cuando los mastican. Así que tenga cuidado de mantener los platos fuera del alcance cuando esté cocinando o cuando la familia esté comiendo. Dentro de los posibles daños que pueden producir en su perro o gato, encontramos obstrucción gastrointestinal (bloqueo en el tracto digestivo), cortes y heridas en la boca o esófago, vómitos, diarrea, sangrado del recto e incluso muerte por asfixia.

Evite dejar vasos con restos de alcohol o al menos, déjelos en lugares de más difícil acceso para que corran el riesgo de ingerirlo, ellos no lo metabolizan de la misma manera y con la misma facilidad nuestra.

Con estas pequeñas recomendaciones, podremos tener unas fiestas patrias tranquilas, tanto nosotros como nuestras mascotas.