Desde hace un tiempo, hemos escuchado el concepto “turismo de intereses especiales”, en lo referente a la motivación específica del turista, sustentado en la identidad cultural y ambiental del destino, el cual contribuye en todo su entorno territorial.

A través de actividades, quienes visitan la región de Los Lagos, pueden cumplir las expectativas que motivaron su viaje, una de ellas es la observación de aves conocida también como “Birdwatching”, la cual tiene como objetivo, la contemplación y estudio de las aves.

Las aves, ya sea por la diversidad de formas, tamaños y colores, además de sus hábitos y comportamientos, provocan en sus seguidores, una fascinación por el descubrimiento de estas maravillosas especies.

Con cámara en mano, binoculares y acompañados de un guía experto, será al amanecer que iniciará esta experiencia en un ambiente propicio para realizarla, ya sea en un parque nacional, reserva o algún otro entorno natural que lo permita.

Sin embargo, es esencial que la ciudadanía, se haga parte en el cuidado y conservación de estas especies, reconociendo la importancia que tiene cada una de ellas, todas tienen un objetivo, la naturaleza es sabia y nada sucede por casualidad.

Tal es el caso de las aves categorizadas como rapaces, quienes son controladoras esenciales de ecosistemas, dando a los seres humanos, mayor tranquilidad y seguridad, por ejemplo, las lechuzas que tienen incorporada en su dieta como alimento principal, el ratón colilargo, portador del virus Hanta.

Como institución de educación superior, sentimos como un deber, promover actividades que tengan un enfoque educativo, orientado a la responsabilidad y cuidado de especies que cumplen una importante función en el ecosistema.

La observación de aves tiene un gran impacto en el turismo, genera beneficios económicos directos e indirectos, está abierta a un público diverso y con posibilidad realizarla en un entorno naturalmente rico, cada vez es más determinante a la hora de la elección del destino de los turistas.