Actividad coronó investigación liderada por la UACh que permitió conocer un valioso patrimonio material e inmaterial presente en las Regiones de Los Ríos, Los Lagos, de Aysén y Magallanes.

Se trabajó con 8 cultores y cultoras dedicados a la tejuelería y con 86 carpinteros de ribera. Además, se identificaron otros 90 maestros relacionados a estos oficios.

Aunque quizá no nos demos cuenta, mucho le debemos en el sur austral de Chile a los carpinteros de ribera y tejueleros, cultores que con su trabajo artesanal mantienen viva la épica de la madera que ha permitido surcar mares y habitar los territorios de una zona marcada por las inclemencias de un clima agreste y el aislamiento geográfico.

Como parte del impulso a la valoración y conocimiento del patrimonio inmaterial de estos verdaderos artistas se realizó un inédito encuentro con los carpinteros de ribera y tejueleros de las Regiones de Magallanes, Aysén, Los Lagos y Los Ríos, que se desarrolló la mañana del miércoles 19 de junio en Casa Luis Oyarzún de la Universidad Austral de Chile en Valdivia.

En el “Encuentro con Carpinteros de Ribera y Tejueleros”, se puso en relieve que, como parte del Proceso para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile, el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural estableció convenios de colaboración y transferencia de recursos con varias universidades nacionales, entre las que se encuentra la UACh.

Durante casi un año el equipo de la Unidad de Estudios y Audiencia de la Dirección de Vinculación con el Medio de la UACh recorrió las regiones implementando una metodología de trabajo que ha permitido generar una serie de resultados que abren perspectivas de salvaguarda del patrimonio inmaterial, además de reconocer cultores y comunidades que dan contexto y significación social al proceso. Para ello se implementaron registros, investigaciones participativas y planes de salvaguardias.

Conservar y preservar manifestaciones culturales

En su exposición la directora de investigación del convenio sobre Carpintería de Ribera y Tejuelería en el Sur de Chile y Directora de Vinculación con el Medio UACh, Dra. Leonor Adán, mencionó que en el desarrollo de las actividades han trabajado con 8 cultores y cultoras dedicados a la tejuelería y con 86 carpinteros de ribera. Además, han identificado a otros 90 maestros relacionados a estos oficios.

Concretamente se trabajó en la Región de Los Ríos con 4 carpinteros de ribera, en la Región de Los Lagos con 53, en la Región de Aysén con 14 carpinteros de ribera y 8 tejueleros, y en la Región de Magallanes con 15 carpinteros de ribera.

“El objetivo último de esta iniciativa es conservar, preservar y que estas manifestaciones culturales de nuestra identidad tengan larga vida con todas las modificaciones y transformaciones que tienen que tener a lo largo del tiempo. Chile tiene compromisos en torno a la conservación del patrimonio inmaterial, ha dado pasos importantes ahora con la propuesta que hay en la nueva ley de incluir el patrimonio inmaterial y a nosotros lo que nos corresponde como Universidad es justamente poner a disposición la experiencia, los conocimientos, las metodologías y lo que desarrollamos en este estudio maravilloso en el que se recorrieron lugares fantásticos”, destacó la Dra. Adán.

“Esperamos que esto tenga continuidad y que podamos impactar las diferentes áreas que necesitamos para la conservación de este patrimonio inmaterial desde los cultores, el conocimiento y la formación. En este convenio también había un componente dedicado a nuestra principal misión que es el tema de formación, quedando como resultado una propuesta o primeros lineamientos para la definición de diplomados que ojalá se pueda hacer en regiones”, finalizó la investigadora.

Oficio relevante en la historia y desarrollo del sur austral

En la inauguración, el Rector de la UACh, Dr. Óscar Galindo, comentó que “el patrimonio inmaterial había estado un tanto olvidado o relegado y la nueva ley lo sitúa en un espacio que corresponde. En este ámbito se busca valorar, rescatar, promover, investigar e incluso premiar”.

Respecto a este encuentro, la autoridad sostuvo que se trata de “un oficio de extraordinaria relevancia en la historia y desarrollo del sur austral de nuestro país. El impacto que tuvo en la economía, en las comunicaciones y en el comercio es realmente significativo. No hay que olvidar incluso que gracias a estos oficios se expandió el territorio nacional”. En esa línea recordó el rol de los carpinteros de ribera en la construcción de la Goleta Ancud (que tomó posesión efectiva del Estrecho de Magallanes) y embarcaciones que permitieron la colonización de la zona de Aysén.

“No es una tradición que ahora se cultive de manera folclórica, siguen existiendo los carpinteros de ribera y es muy grato ver que un egresado de nuestra Facultad de Ciencias de la Ingeniería, ingeniero naval, hoy día asume este oficio con una perspectiva y conocimientos propios del mundo académico”, destacó el Rector. Es el caso de Hugo Almonacid (de Calbuco), quien es cuarta generación de carpinteros de ribera y exalumno UACh, quien es parte de una agrupación integrada por 14 cultores, algunos de los cuales tienen menos de 40 años. “Somos jóvenes y estamos aprendiendo este oficio e impulsando para que esto no se pierda, siga a flote y se vea más allá”, expresó.

También estuvo presente el Subdirector Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial del Ministerio de las Culturas, Rodrigo Aravena, quien explicó que el2019 se cumplen 10 años desde que Chile decidiera ratificar la implementación de la Convención de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. “Tenemos que lograr en algún momento pasar del elemento de patrimonio inmaterial a una concepción verdadera de desarrollo sostenible que es uno de los mandatos que nos da la Unesco”, dijo.

Por su parte, el Seremi de las Culturas de Los Ríos, Helmuth Palma, señaló que la historia de esta región se construye a través del río. “Todo lo que se pensó desde nuestra región ha sido en vinculación directa con el río. Es por eso que se ha hecho un trabajo de investigación y agradezco el aporte infinito de la Universidad Austral de Chile a nuestra región, especialmente a la carpintería de ribera de Cutipay”, manifestó.

Para la Seremi de las Culturas de Los Lagos, Amanda Milosevich, “cuando hay procesos que son asociativos como éste, donde el Ministerio ha trabajado de la mano con la Universidad Austral de Chile, logramos resultados que ya tienen impacto en el país y que nos permitan también tener una carta de navegación en cuanto a la salvaguardia de nuestro patrimonio”.

Desde la perspectiva del Encargado de Patrimonio Cultural Inmaterial Los Lagos, el investigador Marco Tamayo, manifestó que “tenemos una deuda histórica” con los cultores. Por lo tanto, “queremos aportar en la construcción de mejores condiciones para ellos”.

Compartir los saberes

La jornada, que fue trasmitida por Radio UACh (90.1 FM), finalizó con un conversatorio que contó con gran asistencia de público y un alto nivel de participación de los asistentes, entre los que se encontraban estudiantes del Liceo Industrial y de Ingeniería Naval UACh.

Moderó este conversatorio el Encargado de Comunicaciones de la Dirección de Vinculación con el Medio UACh, Víctor Godoi, quien abrió el diálogo haciendo la pregunta ¿qué necesidades tienen los cultores?

Ricardo Vargas, carpintero de ribera del sector La Poza de Hualaihué (Palena), planteó la necesidad de infraestructura, sobre todo un galpón donde trabajar dignamente, con adecuadas medidas de seguridad y que permita recibir a visitantes. Además de acceder a una concesión de playa y a madera para construir. Para ello propuso simplificar los trámites, abriendo un solo canal de comunicación con las autoridades. También planteó la necesidad de avalar esta actividad con una certificación (“un cartón”) y recibir asesorías en temas administrativos.

Víctor González, tejuelero de Villa Ortega (Coyhaique), reconoció que ya no hay mucha entrega y que además tienen restricciones de Conaf para acceder a la madera. “Ya no hay tejueleros. Antes hice mucha tejuela”, rememoró.

Bercio Cid, carpintero de ribera de Puerto Natales, coincidió con los otros cultores en el problema de provisión de cortes de madera que no se encuentran en aserraderos (por la curvatura).

José Barrientos, carpintero de ribera de Puerto Aysén, integra una agrupación formada el 2009 y explicó que cuentan con terrenos, pero necesitan fondos. Planteó la importancia de que este oficio “no se pierda y que los jóvenes sigan esta tradición”.

Benito Villanueva, carpintero de ribera en Cutipay, valoró que vengan cultores de otros lugares del país. “En Valdivia nunca se había hecho esto que es muy importante. Ojalá sea reconocido -este oficio- a nivel nacional”.

Hugo Almonacid, carpintero de ribera de Calbuco, mencionó que requieren de un lugar de trabajo (un galpón). “La autoridad marítima exige normas y para seguirlas se necesita de dinero. No hay diferencias entre un astillero artesanal y uno grande”, indicó. Al igual que sus colegas, “cada vez es más difícil conseguir madera y eso encarece más”. Además, deben competir con embarcaciones construidas con fibra de vidrio y acero.

El más joven de los cultores fue Franco Díaz, también carpintero de ribera de Calbuco, quien trabaja desde los 14 años con su padre y estudió una carrera técnica. “La carpintería es algo ancestral que va recorriendo gran parte de mis antepasados… Estoy muy contento de estar acá, esperando resultados, que esto vaya avanzado y que se forme lo que estamos esperando: que la carpintería sea reconocida a nivel nacional”.

La jornada concluyó con preguntas del público sobre alternativas para aprender el oficio dada la inexistencia de espacios formativos en universidades u otras instituciones de educación técnica o superior, momento en que los maestros de ribera manifestaron su absoluta disposición para compartir sus experiencias y saberes, al mismo tiempo que señalaron la importancia de contar con recursos y capacidades para atender estas peticiones, ya que es la forma en que la carpintería de ribera pueda continuar vigente y proyectarse en el tiempo.