Cuando un niño presenta molestias como dolor abdominal recurrente debe ser llevado a control médico, después de que el pediatra realice un adecuado estudio del paciente, y descarte diagnósticos probables, puede surgir un diagnóstico de síndrome de intestino irritable en pediatría. Este síndrome, se caracteriza por dolor abdominal y cambios en la secuencia y/o frecuencia de las deposiciones, período de diarreas asociado a otros estreñimiento, meteorismo, flatulencia y dolor en la zona abdominal. Patología muchas veces relacionada con exigencias del ambiente donde está inserto el niño: familia, colegio u otras. Sin embargo, también a causa de una alimentación baja en el consumo de fibra y agua. No se conoce la prevalencia exacta de este problema, es poco común en niños menores de 3 años, pero la alimentación es uno de las bases del tratamiento. Dentro de las indicaciones dietéticas se debe brindar al niño una alimentación saludable, con un consumo moderado de azucares, evitando el consumo de bebidas gaseosas que aportan gas y aumentan las molestias intestinales, evitar alimentos flatulentos en caso de dolor, incentivar el consumo de cinco porciones de verduras y frutas al día. Dentro de las verduras recomendadas podemos mencionar: espárragos, puerro, ajo, alcachofa, achicoria o cebolla, ya que contienen de manera natural sustancias prebióticas que tienen la propiedad de fermentar en el intestino grueso y fomentan el desarrollo de bacterias intestinales beneficiosas para la salud, entre otras funciones. Incorporar además avena, en lácteos, postres mezclados con frutas. También seleccionar alimentos que contengan probióticos. Entregar al niño agua cuando tenga sed o dejar durante los horarios de comidas un jarro con agua saborizada con rodelas de limón, naranja, hojas de menta, yerba buena u otra, para ir acostumbrando al niño a hidratarse y a seleccionar agua para su consumo diario. No olvidar el consumo de legumbres de manera contínua en los períodos en que no exista dolor o flatulencias. Por lo que para lograr un buen tratamiento de esta enfermedad, se requiere de voluntad, así, sin duda, mejorara la salud de todos los integrantes del grupo familiar.

Janet Cossio H.

Docente Nutricionista.

  1. Andrés Bello Viña del Mar.