A través de la hipoterapia se logra el propósito de conseguir vínculos constantes con el caballo como mediador de la relación entre sordos y oyentes.

La Estudiante Daniela Ojeda Vargas de 3° año de Pedagogía en Educación Diferencial de la Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt ganó financiamiento a través del Fondo de Desarrollo Institucional (FDI) 2018 del Ministerio de Educación (MINEDUC) en la línea de Emprendimiento Estudiantil, para su proyecto denominado, «Mejorando la interacción entre comunidad sorda y oyente, a través de la hipoterapia».

Esta iniciativa tiene como objetivo promover la inclusión socio-educativa de la comunidad sorda en conjunto con estudiantes voluntarios de Pedagogía en Educación Diferencial y Terapia Ocupacional pertenecientes a la UACh, a través de la hipoterapia y a su vez potenciar el desarrollo de habilidades psicomotoras, neurosensoriales, comunicativas, afectivas y relacionales de beneficiarios mediante la práctica sistemática de esta terapia asistida.

Relevante de destacar es que Daniela Ojeda junto a sus compañeras de carrera y equipo de trabajo del proyecto, Pamela Díaz Ulloa y Luciana Gallardo Vera participaron como voluntarias de un proyecto de hipoterapia financiado por el Fondo Anual de la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Austral de Chile en el año 2016, enfocado a niños del espectro autista, el que fue “muy bien evaluado” por sus resultados. En la actualidad las tres estudiantes continúan vinculadas con el trabajo de hipoterapia, que se ha realizado desde el proyecto anterior, en la Granja Educativa TierraViva -sector Río Chico, Puerto Montt-, y de esa experiencia es que nace la iniciativa actual de seguir trabajando en el área de la hipoterapia, pero esta vez con la comunidad sorda, y además de generar una instancia en donde se puedan romper las brechas comunicativas entre la comunidad sorda y oyente. Para ello contarán también con el apoyo de la académica de Pedagogía en Educación Diferencial con mención en audición y lenguaje Dra. Karina Muñoz Vilugrón, quien será la encargada de ir supervisando el proyecto.

Daniela Ojeda destaca que “el problema que pretendemos resolver es la escasa comunicación entre la comunidad sorda y oyente de Puerto Montt, por lo que se propone utilizar el caballo como puente comunicativo entre estas dos comunidades y, además, propagar el uso de la lengua de señas chilena.”

La iniciativa pretende ser la opción de recreación y educación con el objetivo de entregar herramientas, oportunidades de aprendizaje desde la vivencia a estudiantes con discapacidad de educación superior, donde pretendemos hacer partícipes además a nuestros compañeros sordos de la universidad y asociación de sordos de Puerto Montt, potenciando además vínculos entre los mismos estudiantes y desarrollando espacios de inclusión dentro de la comunidad, donde una de las necesidades principales es la realización de estos espacios de conocimiento y relación directa.

Los beneficios que entrega este tipo de terapia abarcan el área psicológica/cognitiva mejorando la autoconfianza, la capacidad de atención y el autocontrol de emociones, además del área de la comunicación y el lenguaje, potenciando la comunicación gestual y oral, área psicomotora, construyendo la simetría corporal y el fomento de la coordinación psicomotriz gruesa y fina. Junto con ello, el área de adquisición de nuevos aprendizajes que tiene relación con el aprender a cuidar caballos, colaborar en las tareas de higiene, montar con silla y desarrollar el respeto hacia los animales, entre otros beneficios.

Por último, informó la estudiante, “se crearán equipos entre los monitores y beneficiarios, pero para evidenciar el proceso que se espera de esta actividad, se realizará una bitácora individual del beneficiario con el objeto de evaluar los procesos terapéuticos, intervención, para verificar muestras de cambio en las áreas descritas, se registrarán de forma cualitativa las conductas manifestadas por estos.”