No es por falta de ironía de la vida, que una de las personas que nos ha llevado más lejos en la exploración del cosmos, sea también uno de los científicos más restringidos en cuanto a su movilidad física, pero es así también una de las muestras más puras de la nobleza del espíritu humano, franqueando obstáculos inimaginables en el beneficio de la humanidad. Así es que hemos perdido a Sir Stephen Hawkins, Phd.

Cuando me pidieron expresar algunas palabras por su partida, me sugirieron que lo podía hacer desde el punto de vista como colega científico o a modo personal, duda que en mi mente duro menos de 1 segundo, pues pensar en ser científico al lado del Profesor Hawkins debe ser similar a creer que uno es piloto de Fórmula 1, cuando apenas se maneja el vehículo particular de la casa, por lo tanto la única opción que tengo es hacerlo desde mi perspectiva personal.

Algo que él y yo compartimos en gran medida es la restricción de movilidad producto de la enfermedad que tenemos, si bien la “Esclerosis Lateral Amiotrofica” (ALS) que se le diagnostico a Stephen a los 20 agnos, es más severa que la SMA que poseo,  los desafíos que presentan durante su desarrollo, y sobre todo el deterioro en las etapas finales es muy similar entre ambas. Es así que el Dr. Hawkins ha sido una de las grandes inspiraciones en mi vida.

Su trabajo no solo nos ha llevado por el Horizonte de Sucesos, atravesando la Radiación de Hawkins, y llevándonos al centro de los agujeros negros y al inicio mismo del tiempo, si no que también por un camino de superación y de logros que nos demuestran que la discapacidad, tanto para quienes la poseemos como para quienes la observan, es solo algo que está en nuestra mente, es un concepto que en cuanto dejamos de aceptarlo hace que las barreras caigan no importa cuales sean.

El legado científico del Dr. Hawkins es algo que tiene su lugar asegurado en los libros de historia, el legado que nos deja como uno de los mejores representantes del espíritu humano, es algo que también debemos preservar como una enseñanza personal.

 

Mg. Mauricio R. Henriquez Schott, Académico Escuela de Ingeniería Civil Industrial, Universidad Austral de Chile,Sede Puerto Montt